“Ahora es el momento de PACMA”. Con este lema, el Partido Animalista Con el Medio Ambiente ha dado el pistoletazo de salida a su campaña electoral para las elecciones europeas del próximo 9 de junio. Una cita “histórica” para su candidata, Cristina García (Algeciras, 1987), quien, además de reivindicar “una política verde, progresista y animalista”, aspira a alcanzar su anhelada representación en el Parlamento Europeo.
A pesar de que la última encuesta del CIS sitúa a PACMA fuera de la Eurocámara con una estimación de voto entre el 0% y el 1%, el partido animalista prevé un “buen resultado”, siguiendo su tendencia positiva en los comicios europeos. Y es que, frente a los 176.237 votos que obtuvieron en 2014 y los poco más de 40.000 en 2009, el PACMA incrementó su electorado con 294.657 votos en su última cita con las urnas.
“El problema de las circunscripciones y la barrera electoral es lo que, hasta ahora, ha impedido que entremos en las instituciones”, explica García a 20minutos. En este sentido, los desafíos que enfrenta PACMA como la primera fuerza extraparlamentaria de nuestro país varían drásticamente entre las elecciones generales y las europeas. En estas últimas, donde España se considera una circunscripción única y no existe una barrera mínima de porcentaje para lograr representación –cada voto tiene el mismo peso- abre nuevas oportunidades para la formación.
Ni de izquierdas ni de derechas
García defiende que su candidatura es la única que, a día de hoy, vela por la protección de los animales y del medio ambiente. A la luz de las elecciones del 23-J, en las que se presentó por la circunscripción de Málaga, la vicepresidenta de PACMA subraya que dichas elecciones “causaron una división muy grave en el movimiento”, pues el “voto útil” promovido por partidos como Sumar y Podemos provocó “que muchos votantes de PACMA indecisos tiraran su voto a uno de los dos bandos”. “Los españoles se han dado cuenta de que el resto de partidos solo utilizan a los animales como una herramienta electoral”, agrega.
Superando la “anticuada” división entre izquierda y derecha, García pone de manifiesto la “transversalidad” ideológica de PACMA, que atrae a un amplio espectro de electores que “no solo velan por el bienestar del animal que tienen en casa, sino por todos los demás”, a la vez que reivindica “una política progresista, verde y animalista” basada en la “justicia social”. “Jamás habrá ningún tipo de conversación o de entendimiento con Vox porque no hay ningún punto en común”, asegura.
Frente a la creencia popular, PACMA ofrece una amplia cartera de medidas en materia de “economía, sanidad, vivienda y educación”, cuyo objeto no es otro que las personas. “Queremos impulsar desde Europa medidas que faciliten la vida de las personas en España”, explica, destacando algunas de las propuestas que ya han solicitado al Gobierno, como la rebaja en el IVA veterinario o la reforma legal para incluir a las protectoras de animales en la declaración de la renta como fin de interés social.
Entre las medidas más urgentes, sin embargo, se encuentran las subvenciones a la tauromaquia, a las que define como “un problema europeo” que traspasa nuestras fronteras. “El movimiento animalista ya consiguió hace unos años que se cerrara el grifo de las subvenciones europeas a la cría del toro de lidia, pero estas ganaderías siguen recibiendo auténticas millonadas de la Política Agraria Común (PAC) para cuestiones que afectan al día a día de su actividad. Esas ayudas tienen que cortarse”, zanja.
Un partido verde
Otro de los pilares del programa político de PACMA es la protección del medio ambiente, así como la lucha contra el cambio climático, la cual, en los últimos, habría pasado a un segundo plano. “¿En qué mundo se entiende que, desde la Unión Europea, se decida que hay que dejar que trabajar contra la crisis climática para centrarse en los conflictos bélicos?”, critica García, cuestionando que se destinen tantos recursos al sector armamentístico. “No podemos dejar de trabajar en el futuro de nuestro planeta para frenar una guerra”, argumenta.
Respecto a la situación en Palestina, asimismo, García subraya el “rol fundamental” que ejerce la diplomacia en la resolución de los conflictos. “El diálogo tiene que ser prioritario, si bien tenemos que ser conscientes de que hay un trasfondo económico detrás de ellos”, explica García, a la vez que critica el “posicionamiento” que supone “mantenerse neutral”.
“Ya está bien de medias tintas, de paralizar un país por cinco días de reflexión”, dice García, en alusión al periodo de reflexión que se tomó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. “Dejemos de ser tan analíticos a la hora de decidir si, económicamente, conviene estar del lado de Marruecos o del lado de Israel”, añade, exigiendo que “se facilite la ayuda humanitaria a Palestina para que se deje de masacrar a las personas y a los cientos de millones de vidas de animales”.
“Tenemos unas líneas rojas”
“Estoy convencida de que un buen resultado en Europa nos abrirá las puertas al resto de instituciones nacionales”, afirma García sobre este histórico paso que no solo les “daría la posibilidad de demostrar nuestro trabajo desde las instituciones”, sino obtener las subvenciones públicas que reciben los partidos parlamentarios. “Esa inyección de dinero nos ayudaría a acceder a los medios de comunicación, tener publicidad, tener más personal”, explica. Y es que PACMA lleva más de 20 años financiándose a través de donaciones y de su cerca de 5.500 afiliados.
A pesar del carácter “modesto” de su formación, PACMA no está dispuesto a concurrir en coalición en caso de que, nuevamente, se queden a las puertas de las instituciones. “Solo hemos ido en coalición una vez: a las autonómicas de Baleares y a las municipales de Mallorca, con el partido Progreso en Verde, un partido animalista”, aclara García.
Aunque el partido animalista está dispuesto a “llegar a acuerdos de Gobierno con otros partidos”, hay dos “líneas rojas” que les separa del resto de formaciones, incluso con los partidos verdes. “Se suele confundir el ecologismo con el animalismo (…9. Nosotros nunca vamos a defender la caza sostenible ni que se mate a las especies exóticas invasoras o sobrepobladas que, fruto de la acción humana, ahora nos estorban”.
Asimismo, estos “principios inamovibles” de PACMA responde también a una estrategia para evitar su propia desaparición. “Tenemos la experiencia de partidos verdes que han entrado en coalición, como el caso de Equo, que se metió en Podemos y, a día de hoy, ha dejado de existir, prácticamente”.