Testimonio de ‘pitbull’, abogado de confianza de Donald Trump, fue clave en juicio sobre sobornos


Michael Cohen, otrora bogado y hombre de total confianza del expresidente Donald Trump, se convirtió en el testigo clave del juicio en el que el exmandatario fue declarado culpable de haber disimulado pagos a una estrella del cine porno.

Cohen, a quien llamaban “pitbull” por el celo que demostraba para proteger a su jefe, relató en el Tribunal Penal de Manhattan que a pedido de su exjefe pagó de su bolsillo $130.000 a Stormy Daniels para comprar su silencio por una relación sexual ocurrida en 2006, y que el magnate siempre negó.

Cuando ya era presidente, Trump se los reembolsó fraccionados haciéndolos pasar como gastos legales, según señaló la Fiscalía.

Cohen explicó a los miembros del jurado los motivos de los pagos y afirmó que se hicieron “para garantizar que la historia no saliera a la luz y no afectara las posibilidades del empresario de convertirse en presidente de Estados Unidos”.

Por estos hechos, un jurado de Nueva York declaró este jueves a Trump, de 77 años y quien busca la reelección presidencial, culpable de los primeros 34 cargos por falsificación de documentos contables para ocultar un pago destinado a silenciar a Daniels.

Durante su testimonio, Cohen también aseguró que cuando trabajaba para Trump atendía tanto asuntos personales como corporativos. Reveló que el magnate no tenía dirección de correo electrónico por temor a dejar pruebas escritas que pudieran ser usadas en su contra.

La fiscal Susan Hoffinger le preguntó si alguna vez mintió por Trump, o si intimidó a la gente. “Sí… Era lo que había que hacer para cumplir con la tarea”, respondió Cohen que de tanto en tanto se giraba para mirar al exgobernante, hundido impasible en su butaca.

También detalló cómo se encargó de promover la publicación de artículos de prensa favorables a Trump y negativos para Hillary Clinton, su rival en las elecciones del 2016. Además, relató que pagó para evitar la publicación de información perjudicial para Trump, una práctica conocida en la prensa anglosajona como “atrapar y matar”.

El antiguo abogado ya se declaró culpable y fue condenado a tres años de cárcel (solo cumplió 13 meses y un año y medio en arresto domiciliario), por mentir al Congreso y por delitos financieros y electorales.

Cohen fue uno de los 20 testigos que rindieron testimonio a lo largo del juicio contra Trump.

Aunque el expresidente optó por no declarar en su defensa para evitar riesgos legales innecesarios y un interrogatorio forense, presenció en silencio y de manera pasiva cómo se exponían “sus secretos” desde el otro lado del estrado.

Hubo momentos intensos y humillantes, como cuando Trump se vio obligado a escuchar a la actriz porno Stormy Daniels relatar su supuesto encuentro con detalles gráficos durante ocho horas divididas en dos días.

Daniels describió con lujo de detalles el supuesto encuentro con el magnate inmobiliario en un torneo de golf en 2006, incluyendo detalles como su pijama, sus calzoncillos, la posición sexual y la ausencia de preservativo, todo ello mientras Trump mantenía una mirada impertérrita.

A pesar de afirmar que “no fue amenazada verbal ni físicamente”, ella expresó su vergüenza por no haberlo impedido y por no haber dicho que no. Durante la procesión de testigos, varios intermediarios revelaron otras transacciones en el entorno del candidato republicano para evitar escándalos.

El exabogado de Trump, Michael Cohen, sale de su casa hacia el Tribunal Penal de Manhattan para el juicio del expresidente estadounidense Donald Trump por supuestamente encubrir pagos de dinero vinculados a relaciones extramatrimoniales en la ciudad de Nueva York.

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