Dos días después, los coletazos de los incidentes del derbi se trasladaron a la sala de prensa del estadio Da Luz de Lisboa. Allí más que el partido que el Atlético tiene que dirimir mañana con el Benfica, el foco siguió puesto en la suspensión del partido y en las declaraciones al término del mismo de Diego Pablo Simeone, en las que condenó a los que lanzaron objetos, pero también señaló a Thibaut Courtois por provocar con su celebración tras el gol. Simeone se presentó ante la prensa desplazada a Lisboa consciente de que debería responder a una lluvia de preguntas sobre lo acontecido en el derbi. “Yo estoy bien, muy tranquilo. Soy una persona clara, frontal, que me gusta decir lo que siento. Del otro día no voy a cambiar absolutamente nada de lo que dije. Antes de la conferencia tuve notas individuales y en las tres reforcé el rechazo a la violencia, el rechazo a los agresores, poniendo como primera situación esto que estoy contando, teniendo como club una gran oportunidad para hacernos fuertes y para mostrar hacia fuera lo que se tiene que hacer. Eso es lo que dije en el postpartido y posteriormente di mi opinión, que esa opinión la tergiversaron y la llevaron para el lugar, como siempre aparece y conviene, y que ya no es mi problema”, aseguró Simeone.
Simeone admite que las horas posteriores al partido han sido complejas: “No fueron días simples. Lo que ha sucedido como dije antes y después del partido, el club está trabajando y ya tiene un implicado y seguramente encontrará más y hay que sacarlos. No necesitamos a esa gente, el equipo de a poco va centrándose en el partido que tenemos mañana. Entrenaremos con más tranquilidad, un rival que juega bien, que propone con mucha gente ofensivamente”.