Para seguir el máximo torneo continental a nivel de clubes, Peñarol necesita al menos un empate con el club argentino Rosario Central. Sin embargo, la preocupación de la dirigencia se centró en decidir si le darán entradas a la hinchada “canalla”, y aunque los aurinegros aún deben oficializarlo, los rosarinos podrán presenciar el partido en el Campeón del Siglo.
Los dirigentes aurinegros buscaron antecedentes de casos en los que el local no permitiera público del rival, pero no llegaron a pruebas suficientes. Incluso el apoyo público de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) suponía un posible conflicto con su par argentino, la AFA, ante su supuesta intención de respaldar a los rosarinos.
Finalmente, los canallas tendrán 2.000 entradas disponibles en la tribuna Gastón Güelfi (este). Esto se funda en el perjuicio que podrían significar las represalias por parte de Conmebol para los mirasoles, como una importante multa.
La Policía, en tanto, ya prepara el operativo
La realización del encuentro con la asistencia de ambas hinchadas requiere un intenso operativo de parte del Ministerio de Interior, desde el momento en que ingresen los hinchas argentinos a territorio nacional y un sistema de seguridad idéntico al utilizado con la parcialidad de River Plate frente a Nacional.
De hecho, la cartera de seguridad envió una carta a los mirasoles, catalogando el encuentro de alto riesgo, pero a la vez aseguran que la Policía no tiene las potestades suficientes para decidir que vengan o no hinchas visitantes.
Una rencilla desde abril
Los disturbios y enfrentamientos entre Peñarol y Rosario Central se produjeron en el marco de un partido de la Copa Libertadores disputado en abril, en el Estadio Gigante de Arroyito de Rosario, Argentina. Los incidentes se registraron en la previa del partido, con enfrentamientos entre hinchas de ambos equipos y la voladura de vallas.
En aquel momento, El diario “El Capital” de Rosario informó que al parecer los hinchas argentinos reaccionaron luego de que los simpatizantes de Peñarol arrojaran bombas de estruendo a la zona donde estaban los canallas.
Según videos que circularon en redes sociales y que se difundieron en los medios argentinos y uruguayos, hinchas del canalla arrojaron vallas metálicas a la parcialidad aurinegra que había viajado para alentar a su equipo.
La situación se consideró grave y opacó la noche del partido, afectando además la situación de la ciudad argentina. Sin embargo, el conflicto institucional generado por estos disturbios sigue sin resolverse, con tensiones y denuncias entre ambas instituciones deportivas frente ante la Conmebol.