Salud todavía no regulará uso de talco, luego de advertencia de la OMS


Hace unos días la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, en inglés), que es parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS), informó de que el talco es un producto “probablemente cancerígeno” para las personas. La idea ha rondado desde hace años en el ambiente, y el pasado 5 de julio este mineral se incluyó en el Grupo 2A de las sustancias o agentes que pueden causar cáncer.  

En este grupo se incluyen aquellos agentes, mezclas u otros, en los que la evidencia es limitada en cuanto al efecto carcinógeno en humanos, pero resulta suficiente para establecer que afecta a animales de experimentación o la evidencia es fuerte de que hay un mecanismo celular de producción de cáncer a nivel celular de humanos, según la IARC.

Dicho análisis fue desarrollado por 29 especialistas internacionales de la agencia, luego de revisar exhaustivamente literatura científica disponible sobre el tema. La discusión se enfoca en el cáncer de ovario.

De acuerdo con el epidemiólogo Joaquín Barnoya, miembro de Guatemala Saludable y de Integra Cancer Institute, lo que hace la IARC es clasificar las sustancias en cancerígenas, y hay distintas clasificaciones, por ejemplo, las que están en el Grupo I causan cáncer a los humanos, y acá se ubican aproximadamente 120 agentes. 

En el caso del talco, Barnoya menciona que estaba clasificado como un “posible cancerígeno”, pero ahora pasa a ser “un probable cancerígeno”.

“Se usa la palabra probable, porque la evidencia todavía es limitada y aún no se ha establecido que haya causalidad entre el uso de talcos y el cáncer de ovario, porque la mayor parte de estudios son observacionales”, dice el miembro de Integra Cancer Institute.

Ante la pregunta si las mujeres que han utilizado talcos con anterioridad en el área genital están en riesgo de tener la enfermedad, Barnoya refiere que con los datos que hasta el momento se tienen no se puede concluir que aumente la probabilidad de tener cáncer, como tampoco se puede decir en cuánto tiempo de utilizar el producto se puede desarrollar.

“El mensaje no es que el uso de talco aumenta el riesgo de cáncer”, dice. “La IARC lo que hace es tomar sustancias y las clasifica en niveles de cuánta evidencia hay de que cause cáncer o no. Ahora tomó el talco y lo volvió a evaluar, y lo cambió de posible a probable causa de cáncer, no ha llegado a causalidad”, agrega. Para estar en ese punto se necesita de más evidencia y que esta sea de buena calidad. 

Variedad de productos

En el mercado hay diversidad de productos con talco, como el que se aplica a los bebés, también el que contiene algunos cosméticos, desodorantes, el papel, incluso, los guantes quirúrgicos.

La exposición al talco también puede ocurrir en el ámbito laboral, en entornos durante la extracción y molienda o procesamiento del mismo, o durante la producción de productos que lo contienen, según el informe de IARC.

“Se usa la palabra probable, porque la evidencia todavía es limitada y aún no se ha establecido que haya causalidad entre el uso de talcos y el cáncer de ovario, porque la mayor parte de estudios son observacionales”.

Joaquín Barnoya, miembro de Guatemala Saludable y de Integra Cancer Institute

La controversia que se ha generado sobre el talco es que en algunos se ha encontrado contaminación con asbesto, una sustancia que sí es cancerígena. El Instituto Nacional del Cáncer, de Estados Unidos, refiere que hay suficiente evidencia de que esta provoca cánceres de pulmón, de laringe, de ovario y mesotelioma (afecta las membranas delgadas que revisten el pecho y el abdomen).

Por otro lado, el oncólogo Walter García, jefe de Cirugía del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), menciona que desde tiempo atrás se sabe que el talco está relacionado con algún tipo de cáncer, específicamente el que usan las mujeres en los genitales, pues este puede penetrar y llegar al útero, a las trompas de Falopio y afectar el ovario. Sin embargo, demostrarlo ha sido “sumamente difícil”, agrega.

La sugerencia por parte de García es que “si se puede” se deje de usar este tipo de productos mientras surge más información al respecto.

En tanto que Barnoya refiere que los únicos estudios que hay en humanos son observacionales, y para concluir que algo causa cáncer se necesita de más investigación. “No hay evidencia suficiente para apoyar el uso o no de talcos”, dice. 

Agrega que hay muchos factores de riesgo para desarrollar cáncer de ovario, como el sedentarismo, la obesidad, el tabaco, y en el caso de este último, está clasificado en el Grupo 1 de sustancias o agentes que causan cáncer, según la IARC, y son los que están en esta categoría a los que se debe prestar atención para evitar su consumo, según el experto.

Lo que dice el Ministerio de Salud

Se consultó al Ministerio de Salud sobre el tema y esto fue lo que indicó:

“Es importante mencionar que la OMS no ha emitido ninguna alerta con respecto al uso de talco en cosméticos y productos para bebé por ser cancerígeno. Se trata de un artículo de prensa que hace referencia al documento de monografía que será publicado el próximo año por la IARC, sobre la identificación de peligros cancerígenos para los seres humanos, identificados en factores medio ambientales y que pueden incrementar el riesgo de cáncer. 

En el caso referido, el talco es clasificado en el grupo 2A, que indica que hay evidencia limitada de carcinogenicidad en humanos y evidencia suficiente de carcinogenicidad en animales de experimentación o evidencia mecanicista sólida que demuestre que el agente exhibe características clave de los carcinógenos humanos. Por lo anterior, es necesario conocer la evidencia completa y las recomendaciones que al respecto se tome por parte de expertos, por ello, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social queda a la espera de los resultados conclusivos del estudio y las recomendaciones que la OMS brinde al respecto”.



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