Este martes se aprobó en la Cámara de Diputados el proyecto de ley de internación compulsiva de personas en situación de calle por motivos de adicciones o salud mental. La votación se resolvió con 47 votos a favor y nueve en contra, ya que el Frente Amplio votó dividido. A partir de ahora, ASSE tiene 9 días para coordinar su implementación.
La discusión no estuvo exenta de polémica. El diputado nacionalista Martín Lema, que fue impulsor de la medida cuando estuvo al frente de la cartera de Desarrollo Social, dijo que, para el gobierno, se entiende que es “una prioridad” para intervenir en los casos de extrema vulnerabilidad.
“Para esta administración, vivir en la calle no es un derecho”, dijo Lema en su intervención, y criticó al Frente Amplio y la Intendencia de Montevideo, ya que “ninguna autoridad del momento salir a controvertir y a contradecir esas afirmaciones, instalando que era un derecho”.
A juicio del legislador, “para el que gestiona, en vez de focalizarse en que hay un problema, dice que no, que es una persona haciendo uso de un derecho. Y esa persona, lo que tiene, es la ausencia de todo el resto de los derechos”, sostuvo.
Además, señaló que es preciso hospitalizar a estas personas porque, por problemas de salud mental o de adicciones, pueden causarse un daño a sí mismas o al resto de la sociedad, y porque “estas circunstancias generan problemas de convivencia con vecinos”.
Por su parte, la diputada frenteamplista Micaela Melgar marcó que la actual administración cometió “errores de gestión y pésimo abordaje” de la problemática, “que termina en la evidencia de la cantidad de personas que tenemos a la intemperie, en los dispositivos de atención”.
Melgar apuntó que estas personas son “muchas más y están mucho peor en términos de poder salir del circuito de la calle”.
En el mismo sentido, apuntó que “la herramienta legal”para atender a esta población “existía, pero no se implementó por incapacidad en la gestión”. La diputada destacó que “la compulsividad no reduce el fenómeno” de personas en situación de calle, y que el que luego se aprobó es un proyecto“innecesario, injustificado” y “contextualmente cínico”.