Mujeres borradas de la presidencia legislativa



Casi 180 años más tarde, pareciera innecesario repetir esas palabras; sin embargo, en la Asamblea Legislativa se discute el próximo Directorio legislativo entre “corbatas”, como dijo la primera alcaldesa de Vitoria, País Vasco, Maider Etxebarria, sobre ella y sus circunstancias.

En el cuatrienio anterior, hubo dos presidentas del Congreso (Carolina Hidalgo y Silvia Hernández). El Tribunal Supremo de Elecciones redobló sus esfuerzos para implantar la paridad horizontal en el 2016, y fue así como entre el 2018 y el 2022 las curules las ocuparon 26 legisladoras y 31 legisladores.

En este momento, hay 27 diputadas (28 cuando asuma el reemplazo de Jorge Dengo, del PLP) y 30 diputados.

Por tanto, músculo y capacidad de trabajo abundan para buscar entre las actuales una y otorgarle los votos, con vistas a cumplir con la justicia de la igualdad en el plenario.

Aun eliminando las decepcionantes excepciones conocidas, quedarían muy calificadas candidatas.

Veintidós legisladoras acaban de firmar un manifiesto: una muestra nutrida de demócratas a favor de la transparencia, una agenda beneficiosa para el país y la institucionalidad, en riesgo debido a las intenciones de un puñado de “corbatas”, junto con algunas sin ellas, de conformar un bloque con el partido oficialista aunque pongan en peligro la fiscalización de la Contraloría y la división de poderes.

Es fácil dar nombres. Aunque cometa la injusticia de dejar fuera a algunas de ellas, se me ocurren Gloria Navas, Kattia Cambronero, Monserrat Ruiz, Andrea Álvarez, Vanessa Castro, Paulina Ramírez o Sofía Guillén.

“Podría trabajar tanto y comer tanto como un hombre, cuando soy capaz de conseguir comida, ¡y también puedo soportar los latigazos!” es otra frase de Truth en su vigente discurso, aplicable a la cansina exigencia de méritos a las mujeres (a ellos, jamás).

En credenciales, si fuera el caso, las diputadas se exceden, y vaya si en estos dos años han recibido latigazos. Es momento de apoyar a una legisladora. ¿Por qué proponerlas para ocupar puestos de menor rango?

[email protected]

La autora es editora de Opinión de La Nación.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *