‘Mi hija fue ultrajada, fue asesinada’, dice padre de Aidita Ati, subteniente hallada muerta en cuartel de Napo | Ecuador | Noticias



En medio del dolor y pedidos de justicia, familiares y amigos de la subteniente del Ejército, Aidita Ati, la despidieron en el Parquesanto Jardines Santa Rosa, en el sur de Quito.

El sábado 29 de junio la uniformada fue hallada sin signos vitales en el dormitorio del personal femenino del Fuerte Militar Napo.

La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que, pese a solicitar medidas de prisión preventiva a cuatro sospechosos de esta muerte, la juez que tomó el caso decidió otorgar medidas alternativas.

Esta información se compartió la madrugada del lunes, 1 de julio, cuando culminó la audiencia de flagrancia. La instrucción fiscal durará 30 días.

De manera preliminar se conoce que Ati murió por asfixia, a causa de un estrangulamiento. Un informe policial sostendría la hipótesis de una presunta violación, pero eso está por confirmarse en la investigación.

18 uniformados habían sido retenidos por ocho horas para investigación, finalmente la Fiscalía decidió vincular a cuatro militares quienes son los oficiales: Alejandro P.; Freddy Q.; Johan M.; Ángel J., ellos figuran como principales sospechosos del femicidio de Aidita Ati.

Personal militar llegó al camposanto y acompañó a los allegados de la subteniente durante la misa previa a su sepultura.

“Nos quedamos con tus hermosos recuerdos, ten por seguridad que tus hijos nunca olvidarán tus abrazos, tus caricias y nunca dejarás de ser la princesa, la luz de los ojos de tu padre”, dijo una prima de la militar fallecida.

Luis Ati, padre de Aidita, mencionó que le dijeron inicialmente que su hija se había ahogado con licor, que había una fiesta no autorizada.

“Mentira, fue ultrajada, fue asesinada, presuntamente violada, dónde estamos, con qué militares estamos hablando… Que se haga justicia, es lo que pido”, indicó.

Ati mencionó que a su hija la encontraron sin vida a las 06:40 y a él le comunicaron a las 09:00.

En el sepelio, el padre se mostró más cauto. “Estos momentos son sumamente incomprensibles, no sé lo que está pasando. No quiero dejar pasar en alto, agradecer a cada uno de ustedes por estar junto a mi a mi querida esposa, maravilloso hijo, en este momento de dolor, en la despedida de mi ojitos preciosos como le decía”, expresó entre lágrimas.

Y continuó: “Quiero agradecer a nuestro Ejército Ecuatoriano, yo sé que hay injusticia por elementos malos, pero no son todos. Fui parte de la institución y gracias a esa institución pude dar un pancito cada día a mi familia y el estudio a mis guaguas”, añadió.

Finalmente hizo un pedido a los compañeros de la escuela de formación militar. “A sus compañeros les pido que no se olviden de mi hija, ella fue parte de ustedes. Vivieron juntos con ella, fueron como hermanos, por favor que no se olviden nunca de ella”, enfatizó.

La banda del Ejército sonó en el camino hacia el lugar donde entre lágrimas decidieron los familiares y amigos, quienes portaban carteles que pedían justicia en la muerte de la militar. (I)

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