El círculo comienza a cerrarse. El decreto ejecutivo que declaró emergencia en el cantón de Liberia, para abrir el paso a una contratación por hasta ¢21.800 millones con el interés de reparar la pista del aeropuerto Daniel Oduber, se sustentó en hechos falsos. Los técnicos reconfirman que la tormenta Bonnie no fue la causante de los daños. Los informes meteorológicos ratifican que el 2 de julio del 2022 tampoco cayeron en la terminal las lluvias torrenciales que exageró el decreto. ¿Entonces?
Si un decreto se justificó con base en mentiras, habría delito. De ahí que lo honesto es que el gobierno identifique, con pruebas, quién es la mente maestra de ese texto espurio publicado en La Gaceta el 29 de junio del 2023, es decir, un año después de la supuesta emergencia en la pista.
Conforme los testigos declaran ante la Comisión de Infraestructura del Congreso que investiga el caso, se refuerza la hipótesis de que el decreto se usó para evadir los controles de la Contraloría General de la República, la cual es sabido que carece de competencias para intervenir en contrataciones realizadas por medio de la Ley de Emergencia. Así, por una vía excepcional, al final, la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) eligió la oferta de Meco, ¢1.000 millones más cara que la de Pedregal.
Otro elemento que se refuerza en cada audiencia es que la CNE fue usada para ejecutar una contratación que no era emergencia. La jefa de aeropuertos, Silvia Jiménez, lo reafirmó el lunes ante los diputados: Bonnie no fue la causante de los daños. Por su honestidad, al desvelar el embuste de la versión oficial, sufre presiones y amenazas laborales. Fue doloroso escuchar su frase lapidaria: “En una sociedad donde la mentira se normaliza, decir la verdad a veces se penaliza. Pasé por ahí”.
Lo deplorable, por contradictorio, es que desde la campaña electoral y en los primeros meses de gobierno, Rodrigo Chaves, presidente de la República, ofreció garantizar protección y hasta premiar a quienes denunciaran todo indicio de corrupción. Lo valiente es que, pese a la promesa incumplida, mandos medios como Silvia Jiménez se atreven a cerrar los círculos, aclarar las opacidades en la CNE, Aviación Civil, MOPT y en un decreto que contiene mentiras.
Silvia Jiménez, jefa de aeropuertos de Aviación Civil, contradijo el lunes ante los diputados la versión oficial. La tormenta Bonnie no fue la que dañó la pista del aeropuerto de Liberia, como dice el decreto de emergencia. (Marvin Caravaca)
La imagen muestra un extracto del oficio firmado en agosto del 2023 por siete funcionarios de la Dirección General de Aviación Civil, en el que indicaron que no era posible asociar los daños en la pista de aterrizaje con la tormenta Bonnie.
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