No hemos tenido la suficiente perspicacia como para percatarnos de la invasión histórica de los ismos y de la influencia catastrófica, en unos casos, o de las consecuencias benéficas, en otros, de tales influencias sociales.
No hemos tenido la suficiente perspicacia como para percatarnos de la invasión histórica de los ismos y de la influencia catastrófica, en unos casos, o de las consecuencias benéficas, en otros, de tales influencias sociales.