La visita de doña Letizia tuvo poca divulgación


Catalejo

La visita de doña Letizia tuvo poca divulgación

Es positivo para estas figuras tan importantes recibir directamente el saludo de personas capaces de entender los beneficios de esas visitas.

Creo lamentable la escasa divulgación otorgada a la visita de la reina Letizia, de España, quien llegó ayer y saldrá mañana. La decisión de no programar alguna recepción oficial como las realizadas normalmente en ese tipo de visitas debe haber tenido alguna razón, pero quienes tendrán la oportunidad de saludarla estarán en la Antigua Guatemala, a donde salió después de un saludo mañanero encabezado por la señora Lucrecia Peinado, esposa del primer mandatario, a quien acompañó en la invitación a Madrid hecha por el rey Felipe VI, realizada a pocos días de la entrega del cargo presidencial, en enero, durante la cual los soberanos fueron los anfitriones de un almuerzo en honor de los visitantes guatemaltecos.

Olvidada fecha octogenaria

En la última visita de ese tipo, en 2014, la reina Sofía vino a Guatemala y sí hubo una recepción en el Palacio Nacional, donde tuve la oportunidad de saludarla por segunda vez y de comprobar su elegancia y capacidad para representar con excelencia a España. A la reina Letizia he tenido oportunidad de saludarla en una ocasión, durante un acto de la Real Academia de la Lengua presidido por el rey, a quien también pude saludar en la Universidad de Salamanca en un acto de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Lo menciono porque, aunque ciertamente se trata de agotadores viajes de Estado, es positivo para estas figuras tan importantes recibir directamente el saludo de personas capaces de entender los beneficios de esas visitas.

Ahora se ven los efectos de los abusos de las ideas pensadas por los creadores de ese mundo soñado después.

Mañana se cumplen 80 años de un hecho histórico cada vez menos recordado porque muchas de sus consecuencias ya han desaparecido o cambiaron de manera fundamental. Me refiero a la invasión de las fuerzas aliadas a Normandía, en Francia, en la mayor y más importante acción militar de todos los seis años de duración de la Segunda Guerra Mundial, cuyo principio del fin comenzó el 6 de junio de 1944, aunque la guerra en el continente europeo terminó 366 días después, con la rendición de Alemania, y en el Pacífico ocurrió el 2 de septiembre de 1945. Esa fecha marcó el inicio del fin para el nazismo y del imperio japonés, aunque todavía esperaban muy cruentas batallas y destrucciones totales de numerosas ciudades europeas. El mundo era otro, en todo.

El fin de esa guerra significó el nacimiento de otra: la Guerra Fría, porque los países aliados, Estados Unidos y la Unión Soviética, separaron su forzada unión a causa de tener enemigos comunes: Alemania e Italia, todas gobernadas por violentas dictaduras, y un Japón con un sistema imperial cuya duración fue de 1868 a 1947. Los tres son ahora países amigos. La ruptura con Josef Stalin ocurrió pronto y se mantuvo hasta la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas a finales de 1991. Hoy, el mundo tiene en su tablero a jugadores como China Comunista, los países árabes en el Medio Oriente, y los países vencedores hace 80 años en estos momentos tienen serios problemas sociales, políticos y religiosos.

Rusia, luego de una breve etapa de intento de democracia, recuperó la dictadura vía Putin y sus constantes reelecciones disfrazadas de comicios, así como una posición no mantenida hace 80 años, y varios de los países árabes tratan de eliminar a Israel, con el efecto preocupante de una guerra abierta en esa zona. En resumen, creo yo, la fecha del 6 de junio de 1944 debe ser recordada por sus iniciales efectos. Ahora se ven los efectos de los abusos de las ideas pensadas por los creadores de ese mundo soñado después. Porque Guatemala es un país donde los efectos de la Guerra Fría aún se sienten, es necesario conocer con criterio sereno lo ocurrido con esa pérdida de 20 millones de víctimas inocentes, y 40 de soldados en todos los continentes del mundo.



Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *