La nueva vida de Juma Bah: de ayudar en la panadería familiar de Sierra Leona a debutar en Primera con el Valladolid | Fútbol | Deportes



Abdullah Juma Bah cae sobre el césped del estadio José Zorrilla en el minuto 78 del Real Valladolid – Real Sociedad del sábado 21 de septiembre. El esfuerzo físico y mental convierten en cables tensos la musculatura en desarrollo de este sierraleonés de 18 años. Se acaba de estrenar en Primera ante rivales que compiten en Europa. Ha resistido el asedio. Juma pide el cambio y las pulsaciones bajan. Cobran nitidez el feudo, con 21.000 aficionados; la envergadura del partido para un necesitado Pucela; la hierba, alfombra verde opuesta a los campos de tierra y barro donde jugaba hace no tanto; la profesionalidad para quien compatibilizaba el fútbol con ayudar en la panadería familiar. Miles de personas ovacionan al central rumbo al banquillo. Al sentarse, mientras sus compañeros protegen el 0-0 y buscan en vano algo más, cabría imaginar que se pare el tiempo y Juma se pregunte “¿Cómo he llegado hasta aquí?”.

Juma, de 18 años, llegó a Valladolid gracias a los programas de captación de talento en África, donde despuntó pese a que de niño carecía de botas para jugar al fútbol. La aventura se inició en los modestísimos campos de Freetown, capital de Sierra Leona. El Real Valladolid, que ahora intenta protegerlo de tanto revuelo no deportivo, ha difundido un vídeo con imágenes de su formación, donde se ve a un chaval alto y flaco fajarse en campos de tierra, entre casas de adobe y tejados de chapa. De ahí a la hierba artificial y al césped natural según iba ascendiendo en nivel de las ligas. Marca Valladolid ha informado de los detalles deportivos de este defensa, captado por Chernor Musa Jalloh, especialista en el rastreo de promesas africanas. El elegido tenía 15 años y participaba en el juvenil Giant of Freetown Academy. De ahí saltó a la Tercera división de Sierra Leona, al AIK Freetong, y al poco lo mandaron a la máxima categoría, al Freetonian SLIFA. Juma crecía en lo físico y adquiría experiencia contra rivales veteranos mientras lo observaban ojeadores. También lo llamó su selección: fue convocado aunque aún no ha debutado. Entretanto, ayudar a los suyos: cargaba madera para la panadería familiar y amasaba y vendía pan junto a sus padres.

Los contactos de Musa Jalloh abrieron diálogo con el agente Patrick Mork, del grupo Global Soccer Management, quien contactó con el Pucela para remitirle varios perfiles africanos. El secretario técnico, Pachu Martínez, acudió a Sierra Leona para ver al jugador. Juma gustó y se aceptó una cesión con opción de compra. El chico llegó a Valladolid hace un mes y el dorsal 35 ya se ha estrenado para lágrimas de sus familiares, que consiguieron ver el choque por televisión. Portavoces del club explican que el sierraleonés es “muy tímido y humilde”, vive en la Residencia de jugadores y se adapta al primer equipo mientras se maneja en inglés y asiste a clases de castellano. En lo deportivo, agradó desde sus primeros entrenamientos en el Juvenil y el Real Valladolid Promesas. Con unos jugó dos partidos y con el filial uno antes de ser reclutado por Paulo Pezzolano, que le dio la titularidad este sábado. El club ha emitido un vídeo donde el africano, de 1,95 metros, relata con un “Pum, pum. Pum, pum” cómo cabalgó su corazón cuando vio su nombre en la pizarra de titulares. “Nunca había esperado jugar en La Liga. No sé expresar cómo me sentí, fue tan emocionante, lo mejor que he sentido”, relata el blanquivioleta, “muy feliz” ante tal “locura”. Juma suspira al tratar de describir lo sentido en el último mes y su recorrido hasta instalarse en España. “Me llegó al corazón ver a los aficionados diciendo mi nombre. Escuchar el himno fue increíble, solo quería jugar y ayudar al equipo. Mis compañeros me dijeron que disfrutara como en los entrenamientos”, indica el africano, quien recuerda a Mohamed Salisu, ghanés moldeado en la cantera pucelana antes de fichar por el Southampton y jugar Champions este año con el Mónaco. El protagonista de este inicio difícil de temporada para su equipo, con escasez de zagueros y sobrepoblación en otros puestos, busca seguir en la élite y que su familia lo vea en Sierra Leona: “Que mi madre me vea jugar por televisión es un sueño”.

El torrente emocional del muchacho se asienta sobre las buenas sensaciones. El analista de fútbol Chencho Alonso se fijó en él cuando supo que el Pucela pescaba en África: “Cuando sabes la historia quieres verlo con la incertidumbre de sus conceptos tácticos, movimientos defensivos, ajustes de línea… si es competitivo para un Promesas y ya no digo en Primera”. Alonso lo vio contra el Langreo, de II RFEF, y se asombró contra los tópicos sobre el manejo de balón o la formación de estos jugadores de otros continentes: “Lo tenía todo interiorizado. Pese a que su compañero central era el capitán, mandaba y tiraba adelante, con buenos conceptos defensivos al moverse o ajustando marcas, es muy tranquilo con la pelota y juega fácil. Al día siguiente dije que iría convocado en septiembre con el primer equipo y el sábado fue titular”. Contra la Real, más sorpresas: “Vi al mismo chico que contra el Langreo”. El analista cree que debe mejorar la orientación corporal y la vigilancia a las espaldas, algo asequible con partidos y confianza: “Espero una evolución súper rápida, si sigue jugando tendrá muy alto rendimiento sobre lo esperado al firmarlo. Faltaría más que no tuviera que mejorar, es posible que cometa errores de bulto, pero sería excepcional si no”. El Real Valladolid, afirma, deberá proteger a este talento y “mimar esa “altura importantísima, fibrosa y con buena zancada” para que se mantenga: “Necesita minutos”. Juma descansó el martes en Sevilla, con derrota pucelana y esperpento atrás en dos goles. Este viernes vuelve a haber partido, ante el Mallorca (21.00, Movistar).

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