Silvia, la mujer de 60 años que estuvo más de 100 días presa en Bolivia acusada de traficar marihuana, difundió un audio en el que descubrió los últimos meses como una pesadilla.
“Sí, lo sé. Sé lo que estarán pensando: ‘Qué imprudencia, qué inconsciencia, qué irresponsabilidad’. Sí, todo eso es cierto. Pero la pesadilla que vivimos después y que nos tiene aún retenidas en Bolivia no la merece nadie. Fuimos tratadas como narcotraficantes”, contó.
Silvia recordó cómo fue el momento en que las detuvieron: “Del aeropuerto nos llevaron directo a una celda fría y oscura durante cuatro días”.
En marzo, cuando fueron detenidas, se les imputó un delito de tráfico de drogas que tiene una pena de diez a 25 años de prisión en Bolivia, pero en mayo Silvia fue sobreseída y su hija Virginia, de 27 años, fue imputada por consumo, un delito que no se pena con prisión.
Sin embargo, la joven sigue detenida: “Virginia sigue presa, aunque no debería estarlo porque en Bolivia el consumo no se pena con prisión. En el caso de los extranjeros, se los pena deportándolos a su país de origen. Eso es lo que más deseamos, que la deporten y que mi hija vuelva a casa”.
“Virginia ahora está sola, desesperada, aterrada, con miedo de no salir nunca más de allí. No pedimos ningún privilegio, solo que se cumpla la ley y que el jueves 11 de julio se haga la audiencia prevista para que Virginia pueda recuperar su libertad”, concluyó Silvia.