La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha suspendido a la apertura del mercado la cotización de las acciones de Naturgy, tras las informaciones que circulan desde el lunes sobre una posible opa por la compañía de la mano de un grupo emiratí y que estarían negociando sus dos principales fondos accionistas (CVC y GIP, con el 41% del capital). Del proceso es también conocedor el primer inversor, Criteria, con un 26,7%, tal como reconoció ayer al supervisor en un hecho relevante. Según comunica la CNMV, la cotización quedará suspendida mientras se difunde “información relevante” sobre la empresa. Es la fórmula habitual usada por el regulador cuando requiere a las compañías cotizadas que indiquen, desmientan o aclaren movimientos corporativos de gran calado; de hecho, el motivo de la suspensión es, de acuerdo con la comunicación del supervisor, la “retención de información privilegiada”.
Por tanto, ahora la pelota está en manos de Naturgy o, más concretamente, de sus accionistas. ¿Pero cuál de ellos? Una vez que ayer Criteria se pronunciara, asegurando que la operación estaba en “un estadio preliminar”, fuentes empresariales consideran que ahora le toca el turno a los que negocian la venta de sus participaciones, CVC y GIP. En cualquier caso, otras fuentes aseguran que la CNMV mantendrá suspendida a Naturgy sine die mientras la información que recibe el mercado “sea asimétrica” y “exista un riesgo para la negociación normal del valor”, esto es, que varios accionistas dispongan de una posible información privilegiada y el resto no la tenga.
En estos momentos, las opciones son varias: que los accionistas no respondan (o no convenzan a la CNMV) y siga suspendida a cotización de manera indefinida; que anuncien ya la operación al mercado (algo que tampoco es descartable); o que, al no tener cerrado el acuerdo, proporcionen parte de la información y la Comisión la dé por válida. También puede ocurrir que la oferta se vaya al traste.
Fuentes del sector aseguran que lo que ha ocurrido, que no se haya mantenido la negociación en el más absoluto de los secretos, no tiene lógica teniendo en cuenta que las tres partes en cuestión (el grupo emiratí, los accionistas de Naturgy y el Gobierno) parecen estar de acuerdo y solo quedaba concretarla. Otras fuentes empresariales aseguran que ayer mismo estuvieron reunidos los fondos de Naturgy con el potencial comprador. En el caso de una operación corporativa como esta, la confidencialidad es clave.
Criteria admitió ayer “que mantiene conversaciones con un potencial grupo inversor” y que este, a su vez, le “ha manifestado estar en contacto con algunos de los accionistas de referencia de Naturgy”, en alusión a los fondos de inversión CVC y GIP, que buscan, desde hace años, infructuosamente salir de la empresa. El gran escollo es el precio: a la cotización actual de la empresa, las ganancias de los dos serían mínimas, muy inferiores a las que habrían obtenido de haber vendido hace unos meses, cuando la empresa rondaba los 30 euros por acción. En el momento de la suspensión, a las 9 y pocos minutos de este miércoles, subía un 1,3%, hasta los 21,8 euros.
Según avanzó el lunes CincoDías, los accionistas de Naturgy estarían negociando con TAQA, una compañía de renovables e hidrógeno verde del entorno empresarial emiratí. Las acciones de la energética española, que acumulan este año un castigo del 20% por el bloqueo en el capital (cotiza en Bolsa menos del 13% de su capital, una cifra mínima en comparación con otras grandes empresas del Ibex 35), subieron el martes con fuerza, cerrando con un alza del 3,36%.
Del hecho relevante emitido ayer por el holding inversor de La Caixa confirmando la operación se desprendía que existen dos negociaciones paralelas en estos momentos: la que mantienen los dos principales fondos accionistas de Naturgy con el potencial socio para la venta de sus paquetes y los contactos de Criteria para un futuro “acuerdo de socios”, que podría traducirse en un pacto parasocial (ya que Criteria no acudiría a la opa). El holding comunicó a la CNMV que de aquellas conversaciones “del resto” de accionistas (que incluiría el precio, según fuentes empresariales) carece de datos. Probablemente, el fondo australiano IFM, el tercer accionista en liza, con un 15% del capital, tampoco iría a la opa.
El bajo capital flotante de Naturgy ha tenido importantes consecuencias negativas para la compañía que preside Francisco Reynés. La mayor, su exclusión de los poderosos índices MSCI en febrero, que ha castigado aún más su acción al verse muchos fondos obligados a vender sus participaciones. Esa baja liquidez junto con las peores perspectivas del mercado gasista, con previsiones de precios más bajos en los próximos meses, ha hecho que los títulos de la energética pasasen de más de 28 euros a finales del año pasado a llegar a caer por debajo de 20 en marzo. Un nivel al que las plusvalías de GIP y CVC serían prácticamente nulas.
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