Según O Globo, la jueza Luciana Mocco respondió a una petición de la defensa de la mujer que alega que sufre “problemas de salud mental” y que, además, tiene una hija de 14 años con necesidades especiales.
La decisión ocurre un día después de que el Ministerio Público demandase ante los tribunales a De Souza por los delitos de“intento de estafa” y “profanación del cadáver” de su tío Paulo Roberto Braga.
El insólito hecho se registró el 16 de abril en una sucursal de la entidad bancaria Itaú en el barrio de Bangu, en Río de Janeiro.
De Souza ingresó con una silla de rueda en la que reposaba el cuerpo de quien aseguraba era su tío, y quien debía firmar el documento de la solicitud de un préstamo por unos 3.200 dólares.
Mientras era atendida, los trabajadores del banco comenzaron a sospechar sobre el estado de salud del hombre, ya que era incapaz de agarrar un bolígrafo y ni siquiera podía erguir la cabeza.
La mujer actuó en todo momento con normalidad y pidió al hombre muerto que firmara el papel del préstamo, sosteniendo su mano y su cabeza varias veces. La palidez del hombre y su falta de respuesta llevó a los empleados a llamar al Servicio Móvil de Atención de Emergencia.
Una unidad médica acudió al lugar y constató que el sujeto, identificado como Roberto Braga, de 68 años, llevaba muerto varias horas. Tras esto, la mujer fue arrestada y llevada a comisaría. De acuerdo con su testimonio, era sobrina del anciano y la encargada de sus cuidados. Añadió que su tío se encontraba débil y frágil de salud.
Con información de RT.