El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha decidido declararse culpable como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que le permitirá salir en libertad y volver a su Australia natal tras pasar cinco años en una prisión británica. Assange, de 52 años, se declara culpable de un cargo de violación de la Ley de Espionaje por su papel en la obtención y publicación de documentos militares y diplomáticos clasificados en 2010, según los documentos judiciales. Con ese acuerdo, que de be ser ratificado este miércoles, se pone fin a un largo culebrón legal.
Un documento presentado este lunes en un tribunal federal dice que Assange “conspiró a sabiendas e ilegalmente” para “recibir y obtener documentos relacionados con la defensa nacional” y “comunicar” esa información a personas que no tenían derecho a recibirlos”.
Un documento como el presentado suele indicar que un acusado ha aceptado declararse culpable. Assange comparecerá este miércoles ante el tribunal de la remota Saipan, capital de las Islas Marianas del Norte, en el Océano Pacífico, según la información presentada. Esas islas están más cerca de Australia, hacia donde Assange prevé dirigirse tras quedar en libertad. Se espera que ahí se formalice la declaración de culpabilidad y el acuerdo.
El delito por el que Assange se declara culpable conlleva una pena máxima de 10 años de prisión, pero se espera que el acusado comparezca ante ese tribunal y sea condenado a 62 meses, que se darían por cumplidos con el tiempo pasado en la prisión británica, lo que significa que quedaría en libertad.
Antes de este acuerdo, el Gobierno de Estados Unidos acusaba a Assange de 17 delitos contra la Ley de Espionaje y uno por intromisión en un ordenador. El editor australiano se enfrentaba a una pena máxima de 170 años de prisión, principalmente por la filtración de más de 250.000 documentos clasificados del Departamento de Estado estadounidense en noviembre de 2010. EL PAÍS fue uno de los medios que participó en ese esfuerzo concertado de publicación de estos papeles.
Assange lleva cinco años en la prisión de alta seguridad de Belmarsh, a las afueras de Londres, y antes pasó siete años en la embajada de Ecuador en Londres hasta que se le retiró el asilo y fue sacado a la fuerza de la embajada y detenido en abril de 2019.
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El proceso de extradición se encontraba en punto muerto. Los magistrados del Tribunal Superior de Justicia en Londres consideraban insuficientes las garantías de Washington de que el cofundador de Wikileaks recibiría un juicio justo si era enviado a Estados Unidos.
Assange sostenía que la publicación de los documentos confidenciales era un asunto de interés público y que le protegía la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, que ampara la libertad de expresión.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció en abril pasado que Estados Unidos se planteaba aceptar una petición de Australia para poner fin al proceso legal contra Julian Assange.
[Noticia de última hora. Habrá ampliación en breve]