Juicio a Donald Trump: Defensa busca desacreditar a testigo clave


Nueva York. La defensa de Donald Trump espera asestar este jueves un golpe definitivo a la credibilidad de Michael Cohen, el testigo clave en el juicio penal contra el expresidente, acusado de encubrir fraudulentamente su relación con una exactriz porno para no afectar su primera candidatura presidencial.

Los abogados de Trump buscan evitar que el jurado crea la versión de Cohen de que violó la ley por orden del magnate inmobiliario convertido en presidente. Desde el principio, el equipo de defensa trató de retratar a Cohen como un exempleado descontento en busca de venganza.

Este jueves representa su gran oportunidad para desacreditar al principal testigo de la fiscalía en el caso. Mientras tanto, Trump, el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar un juicio penal, expresó su queja de que el proceso obstaculiza su actual intento de regresar a la Casa Blanca.

Como en los días previos, en la sala estuvo acompañado por un grupo de legisladores y altos cargos republicanos, con la intención de llevar la campaña a los tribunales y politizar aún más el caso, que él denuncia como una “interferencia electoral” y “caza de brujas”.

Trump enfrenta 34 cargos de falsificación de registros empresariales para encubrir el pago de $130.000 a la exactriz de cine porno Stormy Daniels en la etapa final de las elecciones de 2016, que ganó frente a Hillary Clinton. El abogado de Trump, Todd Blanche, continuó este jueves con su interrogatorio a Cohen, quien fue un hombre de confianza del magnate republicano.

Tras un comienzo agresivo, su línea de interrogatorio pareció aburrir a algunos miembros del jurado, quienes no pudieron evitar bostezar al terminar la sesión del martes. Este jueves pareció luchar por encontrar una línea de interrogatorio contundente, abrumado por las constantes objeciones de la fiscalía.

Cohen, de 57 años, tiene fama de tener un temperamento explosivo que podría perjudicarle en el estrado -su testimonio durante el caso de fraude civil de Trump el año pasado resultó caótico-, pero hasta ahora fue mesurado al responder a las preguntas de Blanche.

Su versión coincide en general con las de otros dos testigos clave: Stormy Daniels, quien afirma haber recibido el dinero, y David Pecker, el exeditor de tabloides que aseguró colaborar con Trump y Cohen para suprimir la cobertura negativa del aspirante a la Casa Blanca durante su primera campaña y comprar el silencio de otros dos denunciantes.

Donald Trump, de 77 años, ahora candidato republicano a las presidenciales de noviembre, está acusado de falsificar documentos comerciales para ocultar un pago de $130.000 a una actriz porno pocos días antes de las elecciones de 2016, que ganó contra la demócrata Hillary Clinton. Foto: AFP

La defensa fue ambigua respecto a la posibilidad de que Trump testifique en el estrado. El empresario es reconocido por considerarse su mejor defensor, aunque analistas sugieren que su intervención podría resultar perjudicial. Al iniciar las deliberaciones, el jurado podría retener en su memoria semanas de testimonios a menudo sensacionalistas, así como la gran cantidad de documentos por examinar.

Los personajes involucrados en el caso lo vuelven atractivo, sin embargo, el jurado deberá decidir de manera unánime si el magnate ordenó la falsificación de documentos y si lo hizo con la intención de influir en las elecciones presidenciales de 2016. Los fiscales detallaron minuciosamente esta semana los presuntos delitos, destacando la emisión de 11 cheques -la mayoría firmados por Trump- a cambio de facturas que, según Cohen, fueron falsificadas para encubrir el reembolso de dinero por silencio.

Cohen afirmó haber realizado los pagos “para asegurar que la historia no saliera a la luz y no afectara las posibilidades del señor Trump de convertirse en presidente de Estados Unidos”, actuando “en nombre del señor Trump”. El exabogado pasó 13 meses en prisión y otro año y medio bajo arresto domiciliario tras declararse culpable en 2018 de mentir al Congreso y cometer delitos financieros y electorales en relación con este caso.

Durante el interrogatorio, Cohen recordó que Trump lo tranquilizó luego de que agentes del FBI allanaran su habitación de hotel y su oficina en abril de 2018. “No te preocupes, todo va a ir bien, soy el presidente de Estados Unidos”, le aseguró Trump. Cohen añadió: “Me sentí tranquilo porque tenía al presidente de Estados Unidos protegiéndome”.

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