La tragedia en Brasil no para. El número de muertos por las inundaciones en Río Grande do Sul ya superó los ochenta, hay más de 100 desaparecidos y 140 mil personas evacuadas. La situación es cada vez más crítica en el sur de Brasil.
Sigue aumentando el caudal de agua en distintas localidades del estado, donde la indica que 140 mil personas están fuera de sus hogares, entre 19 mil que fueron enviados a refugios y 120 mil que se encuentran en casas de familiares o amigos.
En total, 345 municipios fueron afectados, alcanzando las 850 mil personas afectadas.
En la capital de Porto Alegre, el 70% de la población de la ciudad enfrenta escasez de agua, luego de que el río Guaíba alcanzara los 5,3 metros, el nivel más alto de su historia.
Desde el ejército local se distribuye agua y alimentos.
El estado permanece en alerta máxima con más previsión de lluvia, especialmente el miércoles, y la posibilidad de un aumento del frío también podría dificultar los rescates.
Una de las operaciones de este tipo concretadas en las últimas horas fue realizada con el helicóptero de la fuerza aérea uruguaya, que envió la aeronave al país norteño para brindar asistencia.
También los animales luchan por sobrevivir en los techos de las viviendas, mientras que otros han podido ser retirados de las zonas inundadas.
El aeropuerto internacional de Porto alegre está cerrado indefinidamente, ya que gran parte de su predio se encuentra bajo agua, tal como lo reflejan estas imágenes con una aeronave prácticamente sumergida.
El gobierno regional declaró el estado de calamidad, con el estado puede solicitar recursos federales para acciones como asistencia humanitaria, reconstrucción de infraestructura y restablecimiento de servicios esenciales.