Ilkay Gündogan ha anunciado este lunes que deja la selección alemana a través de un mensaje colgado en sus redes sociales. El mediocampista del FC Barcelona expresó lo orgulloso que se siente de haber podido defender la camiseta de su país en un total de 82 partidos, pero señaló que su cuerpo ya no le permitía alargar su carrera como internacional. “Fue un gran honor haber liderado a mi selección como capitán en la pasada Eurocopa, pero ya antes del torneo, sentí cierta fatiga en mi cuerpo y en mi cabeza, lo cual me puso a pensar”, explica en su cuenta de Instagram.
Gündogan, que cumplirá 34 años en octubre, da síntomas de agotamiento desde que decidió salir del Manchester City en el verano pasado. Para Guardiola seguía siendo un futbolista importante pero él resolvió emprender la senda de la descompresión. Tuvo ofertas del Arsenal. Pudo permanecer en la Premier, campeonato exhaustivo como ninguno. Pero prefirió recalar en el Barça, en donde le ofrecieron más de 15 millones brutos por dos temporadas con opción a una tercera, algo que el club, en su delicada situación económica, difícilmente puede permitirse. Desde hace días en Barcelona circulan y se publican rumores sobre lo feliz que serían los dirigentes del club si Gündogan decide rescindir su contrato unilateralmente. La paradoja es que notable. Sin Frenkie de Jong, lesionado, y con el historial de lesiones de Pedri, el Barça corre el riesgo de quedarse sin volantes puros experimentados. Hansi Flick, el entrenador, necesita al mejor Gündogan más que nunca. El fichaje de Olmo, un mediapunta, no cubriría las necesidades estructurales de la plantilla.
Admirador de Xavi e Iniesta desde que correteaba por las calles de Gelsenkirchen, la deprimida ciudad minera de su nacimiento, Gündogan se consolidó como el mediocampista europeo más prometedor cuando Jürgen Klopp le hizo debutar en el Dortmund en 2011. Ese mismo año jugó su primer partido con la selección absoluta de Alemania, bajo las órdenes de Joachim Low. En estos 13 años, el exfutbolista del Borussia Dortmund y del Manchester City disputó tres Eurocopas (2012, 2021 y 2024) y dos Mundiales (2018 y 2022) con su país, habiéndose perdido por una lesión en la espalda la cita mundialista de 2014 en Brasil, donde Alemania levantó la Copa del Mundo. Tampoco pudo estar en la Eurocopa de 2016 por una dislocación de rótula.
“Definitivamente seguiré siendo aficionado de esta selección y espero que juntos podamos continuar con la tendencia ascendente, para ser uno de los candidatos al Mundial de 2026. Tenemos un entrenador fantástico y un equipo muy fuerte”, continuaba el comunicado de Gündogan, para después finalizar: “Ha sido un honor. Gracias, Alemania”.
El anuncio llega en un momento que se parece a una encrucijada pare el mediocampista alemán. Ante la que puede ser la última temporada de su carrera, en un club que no se muestra muy entusiasmado ante la perspectiva de pagarle todos su contrato, con un entrenador, Hansi Flick, que osciló entre darle responsabilidad y relevarle en partidos clave durante el accidentado Mundial de Qatar, y ahora víctima de una inoportuna lesión. El hombre se encuentra en proceso de recuperación del corte en la ceja que sufrió mientras disputaba el trofeo Joan Gamper. Según la versión oficial, debido a este corte Hansi Flick decidió no arriesgar y lo dejó fuera de la convocatoria para el estreno del cuadro azulgrana en LaLiga del pasado sábado ante el Valencia. Si su baja se debe solo a un corte en la ceja, cosa bastante extraña, lo lógico será que regrese a la convocatoria el próximo sábado para el encuentro de la segunda jornada ante el Athletic.
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