Expertos aconsejan qué hacer y qué no si nos encontramos en medio de un tiroteo



Cuatro de cada 10 ciudadanos entrevistados consideran que la inseguridad y la delincuencia son el principal problema de Costa Rica, según la última encuesta del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP), de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Tiroteos en bares y restaurantes, ataques armados en plazas de fútbol y agresiones a golpes o con arma blanca ya resultan comunes en el país.

Los datos de homicidios dolosos hasta el 17 de mayo informan de 324 casos registrados, lo que equivale a un crimen de este tipo cada 10 horas. San José encabeza la lista de provincias con el mayor número de asesinatos, seguida por Limón y Puntarenas.

Ante este contexto de violencia, los ciudadanos se ven obligados a buscar formas de enfrentar las situaciones de peligro a las que pueden estar expuestos.

En este sentido, el jefe de la Policía Municipal de San José, Marcelo Solano, y el criminólogo y exagente del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Gerardo Castaing, ofrecen recomendaciones sobre cómo actuar en caso de tiroteos o ataques armados en espacios confinados.

Reconocer el entorno es esencial para mantenerse seguro en cualquier situación.

La recomendación de Solano de tener siempre el control espacial y temporal del lugar en el que nos encontramos significa estar conscientes de nuestra ubicación, las personas que nos rodean y la coyuntura en la que nos desenvolvemos.

Realizar barridos visuales al ingresar a un establecimiento nos permite evaluar rápidamente la situación e identificar posibles amenazas.

Esto incluye localizar a otras personas e identificar las salidas de emergencia y la señalización pertinente para poder evacuar en caso de ser necesario.

Solano aclara que no se trata de vivir con miedo, sino de estar alertas. “Cuando estamos en lugares públicos, esa alerta es la que nos va a permitir reaccionar anticipadamente a hechos de violencia”, explicó.

Si puede salir, salga. En aquellos casos en los que se esté frente a una situación de peligro o violencia, la recomendación de Solano es salir del lugar de forma rápida y segura.

“La primera protección cuando estamos en un restaurante y hay alguien con un cuchillo, lo primero que tiene que hacer la gente es salir. No les preocupe si dejaron la comida, si dejaron el supermercado, si dejaron las bolsas, primero la vida”, dijo.

Llame siempre a las autoridades. Solano recomienda que, frente a hechos de violencia o donde se presuma que se está poniendo en peligro la integridad de las personas o de los bienes materiales, lo prioritario es llamar a la Policía.

En casos donde no exista la posibilidad de hacerlo, se insta a alertar a los encargados de seguridad del lugar o a las personas que trabajan allí de que algo está ocurriendo.

En aquellos casos en los cuales la situación involucra la presencia de armas de fuego, hay disparos y no existe manera de salir del lugar de forma segura, las recomendaciones cambian:

Busque protección. Si no existe claridad sobre la ubicación de la salida de emergencia, o si la persona no se percató anticipadamente de lo que estaba ocurriendo, lo que debe hacer es esconderse y buscar protección.

Se recomienda ubicarse detrás de paredes de concreto, ingresar a una oficina, encerrarse en algún sitio o buscar los costados del local, lejos de donde está ocurriendo el acto de violencia.

Si no puede huir, al piso. Gerardo Castaing explicó que, ante la sucesión o la ocurrencia de disparos, cuando no existen puntos de protección inmediatos y seguros, lo mejor es tirarse al piso.

El exagente enfatizó en que las personas no deben asumir que pueden ser más rápidas que los proyectiles.

Castaing explica que en el país se están utilizando armas cortas, generalmente de 9 mm con un alcance efectivo de 50 metros y un alcance máximo de aproximadamente 100 metros.

También se refirió a la proliferación de las armas de grueso calibre, de las cuales el proyectil sale a más de 300 metros por segundo de la boca del cañón, puede tener un alcance efectivo de 400 metros y un alcance máximo de aproximadamente un kilómetro.

No intente entender qué está pasando. Las personas no deben tratar de entender qué está sucediendo ni ubicar el sitio del que provienen los disparos. El enfoque en estas situaciones, según recomendó Castaing, es resguardar la vida a toda costa.

¡No grabe videos! Tanto Solano como Castaing fueron enfáticos en que no hace falta preocuparse por grabar videos de lo que está sucediendo.

“¿Qué no deberían hacer? Exponer su vida para grabar un video y transmitirlo en redes sociales, como ha ocurrido. No vale la pena ser influencer o famoso por un día por estar exponiendo la vida,” dijo Solano.

Evite la confrontación. Se recomienda no exponerse sin necesidad enfrentando a la persona que esté disparando, salvo que sea absolutamente necesario para proteger la vida propia. No se debe intentar controlar la situación y arriesgarse antes de que llegue la Policía.

Ser testigo de un asesinato o tener un encuentro violento puede tener repercusiones en la salud mental de quienes lo viven.

Con respecto a eso, la Universidad Fidélitas divulgó la semana pasada una lista de consejos:

  • Es normal experimentar una amplia gama de emociones después de presenciar un acto violento. Busque apoyo emocional de amigos, familiares y profesionales de Psicología que puedan ayudarlo a procesar sus sentimientos y experiencias.
  • No reprima sus emociones, expréselas de manera saludable, ya sea llorando, hablando con alguien de confianza o escribiendo en un diario.
  • Intente volver a la rutina diaria, esto puede ayudar a recuperar un sentido de normalidad y estabilidad.
  • Considere la posibilidad de recibir terapia o participar en grupos de apoyo para víctimas de traumas.
  • Evite la sobreexposición a las noticias y cobertura mediática del evento violento; esto puede aumentar el estrés y la ansiedad.
  • Dedique tiempo a practicar técnicas de relajación como la respiración profunda, la meditación o el yoga para ayudar a reducir el estrés y la ansiedad.

El sábado 4 de mayo la Cruz Roja atendió una alerta por un incidente armado en un restaurante McDonald’s del paseo Colón, en San José; allí se atendió a un hombre de apellido Caballero con lesiones que ameritaron su traslado al Hospital San Juan de Dios.

Trascendió que se trataba de una persona en condición de calle que entró al restaurante, robó la comida de un cliente y se encerró en el baño.

Una patrulla de la Policía Municipal intervino en la situación. En ese momento, Caballero salió del baño con una cuchilla e intentó agredir a las autoridades que le pedían entregarse.

En una reacción táctica, un policía municipal intentó dispararle en un brazo, cerca de la mano con la que sostenía el puñal. La Cruz Roja afirma que el hombre tenía impactos en el abdomen y en una pierna.

Según información del Ministerio Público, Caballero, sospechoso del delito de resistencia agravada.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *