Enrique Iglesias: ‘Es muy importante que Estados Unidos y China lleguen a acuerdos de convivencia’


Enrique V. Iglesias cumple 93 años el 26 de julio. Ha sido el presidente con más tiempo en el cargo en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), al cual dirigió durante 17 años.

Iglesias, economista y administrador, recuerda con agrado su periodo al frente del organismos financiero multilateral más importante del hemisferio. Así lo manifestó a La Nación durante una breve visita a Costa Rica.

Nacido en Asturias, España, en 1931, Iglesias luego adquirió la nacionalidad uruguaya. Se trasladó al país suramericano junto a su madre en agosto de 1934, a bordo del buque Monte Sarmiento. Su padre había emigrado a esa nación tres años antes.

Presidió el Banco de la República del Uruguay y fue secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal), entre 1972 y 1985.

Luego, ocupó el cargo de canciller del Uruguay hasta 1988, momento en el que fue elegido presidente del BID (1988-2005). Además, estuvo al frente de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), entre el 2005 y 2014.

Ahora se dedica a un proyecto personal, del cual mencionó algunos detalles durante la conversación con este diario. También expresó su opinión sobre el contexto económico del mundo y la situación específica de Costa Rica. Esta es la entrevista:

– Unos buenos amigos y amigas me han invitado desde hace mucho tiempo, la Academia (de Centroamérica) también ayudó a facilitar este viaje. Quería venir porque le tengo mucho cariño a este país, porque de alguna manera nos encontramos con los uruguayos del norte y nosotros somos los ticos del sur, como nos decíamos. De alguna manera eso atrae, tengo muy buenos amigos acá, hay más de un motivo para volver.

– Desde el punto de vista de la paz mundial, es muy importante que Estados Unidos y China lleguen a acuerdos de convivencia. No hay duda de que es fundamental que eso ocurra para no perturbar la paz del mundo. Respecto a las implicaciones que tienen las políticas del nearshoring, creo que esto naturalmente va a ocurrir por la fuerza de los hechos y ciertamente países como los vecinos a Estados Unidos van a tener beneficios por ese lado. En lo personal, esto no arregla lo que es fundamental: que finalmente estas dos potencias se pongan de acuerdo y le evitemos costos muy grandes al mundo.

– Tengo la impresión de que esa ola va a depender de cómo evolucionen estas relaciones entre China y Estados Unidos. Es muy difícil anticipar qué es lo que va a ocurrir, pero seguramente hoy en día eso va a continuar y, sobre todo, habrá que ver qué pasa con la próxima administración estadounidense, que es un elemento que entra en juego. En este mundo tenso, tener cerca cierto tipo de insumos productivos va a prevalecer. Por lo tanto, tengo esta impresión personal, no es académica…

– Ustedes son los que reciben. Las empresas deben cumplir con lo que les van dictando los países.

Enrique Iglesias, expresidente del BID opina sobre economía de Costa Rica

– Este país se destaca por su conducción de la política macroeconómica y por su crecimiento económico. Recuerdo cuando Costa Rica comenzó a atraer inversiones extranjeras y lo hizo con mucha inteligencia. Tienen una economía sólida, con equilibrios macroeconómicos controlados. En ese marco de internacionalización de inversiones tendrán el impacto de aquellas que buscan estabilidad, respeto institucional y la ubicación geográfica. Han manejado bien los aspectos macroeconómicos, y en el actual contexto, es fundamental anticiparse a los hechos en lugar de simplemente seguirlos. Muchas veces se critican unas cosas, pero el riesgo de romper los equilibrios macroeconómicos es muy peligroso.

– Toda América Latina tiene que asumir de alguna manera que esos aspectos son fundamentales para el futuro de nuestros países. Invertir en educación, investigación, ciencia y tecnología es absolutamente imperativo. Ustedes han hecho y hacen cosas interesantes, pero hay que hacer mucho más. Esto le corresponde tanto a las autoridades como a las empresas; hoy por hoy, el tema de la educación es fundamental.

– Yo fui muy activo en todos esos procesos, siempre fui partidario de la integración centroamericana. El primer paso lo hicieron los centroamericanos y luego les siguió el sur. Desgraciadamente, tenemos que aceptar que no ha habido una respuesta generalizada al tema de la integración; eso es doloroso pero es así. Tengo la impresión de que nos tenemos que reencontrar con el objetivo y quizás una forma es adaptar los mecanismos de cooperación a las nuevas realidades. Me parece que nosotros copiamos matemáticamente realidades europeas.

”Sería mucho más cuidadoso no proponernos objetivos que la realidad no acepta o no procesa. Los grandes objetivos deben ahora dar lugar a cosas más concretas y específicas que permitan poner en marcha las ventajas que la gente realmente quiere”.

– Las tres. Todas ellas respondieron a momentos especiales. Por ejemplo, a mí me tocó la Cepal cuando empezamos a percibir que ciertas propuestas que venían del pasado no eran aplicables y había que actualizarlas por los nuevos fenómenos que estaban sucediendo. En el caso del Banco, que fue una experiencia muy linda que recuerdo con mucho cariño, se posicionó como más que un banco; era un consejero de los países, era un amigo. Esa relación personal a mí me hizo mucho bien. Lo de Iberoamérica fue una cosa muy interesante, entre otras cosas porque le tengo mucho cariño a España, porque nací ahí; soy uruguayo, de eso no cabe duda. Fue algo impulsado por la corona española y los líderes políticos, y ha funcionado porque España es un gran inversionista en América Latina y va a seguir así.

Los comentarios del expresidente del BID, Enrique Iglesias, sobre su homónimo artista internacional

– (Ríe a carcajadas y se sonroja). Me parece muy bien que se llame Enrique Iglesias. Para cuidar su prestigio personal, yo me pongo una V en el medio que es Valentín; esa es la forma de demostrarle mi aprecio completo al cantante y no competir con él. (Continúan las risas) Me ha pasado muchas veces que me preguntan: ‘¿Usted es Enrique Iglesias?’ y respondo: ‘Sí, pero no canto’.”

– (Sonríe) A veces resulta algo embarazoso, lo debo confesar, pero desde luego es una distinción que me supera en cuanto a la iniciativa. Es muy honroso y gratificante tener un reconocimiento de ese tipo. ¡Qué le puedo decir!

– Estoy alejado de la gestión económica en general y soy presidente de la Fundación Astur, en homenaje a Asturias, mi lugar de nacimiento, que se encarga de un tema en el que me estoy concentrando, que es el envejecimiento. Estamos trabajando con varias instituciones sobre la soledad no deseada de las personas mayores, y cuento con el apoyo de amigos. No es que yo tenga problemas de soledad, pero sé que existe. Más del 30% de las personas mayores de 65 años están pasando por esto en muchos países. Es un tema que debemos abordar y ayudar

– Si lo supiera, haría un libro y me haría rico (risas). Exactamente no sé. Me siento bien, tengo muchas amistades, y es bueno estar acompañado por los afectos; eso ayuda mucho.

– Amigo de la lectura, la música clásica y la ópera, que es uno de mis grandes amores. Mi rutina máxima es hablar; soy perezoso para caminar. También me gusta seguir el acontecer de la sociedad, tengo una gran preocupación por el tema internacional; creo que el mundo está mal.

– Las tres instituciones en las que trabajé están en buena andanza, pero lo relevante es entender que el diálogo es más importante que cualquier otra cosa. Eso es lo que he venido cultivando y hasta que Dios me de capacidad lo voy a seguir haciendo. Que me recuerden como el amigo; lo que se recuerda es la amistad que fortalece el buen vivir.

Enrique Iglesias

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