El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) ha estimado la impugnación de Miguel Galán, presidente de la escuela de entrenadores Cenafe, y ha anulado la convocatoria de elecciones a la presidencia de la Real Federación Española del Fútbol (RFEF) prevista para el próximo 7 de octubre. La decisión del tribunal deportivo supone otro bochorno en el seno de la RFEF. La resolución señala que el trámite para que Pedro Rocha fuera cesado debió formalizarlo la asamblea y esto no sucedió.
Además, la RFEF decidió aplicar los estatutos federativos y no la orden ministerial que regula las elecciones en las federaciones deportivas para convocar los comicios tras la inhabilitación de Pedro Rocha. Sobre este asunto el TAD no ha entrado.
Rocha había designado a María Ángeles García Chaves como vicepresidenta adjunta y la exfutbolista cacereña estaba destinada a presidir la federación durante un breve periodo de tiempo tras ser su candidatura la única que presentó los avales, se exigen 21 y depositó 88, para las citadas elecciones del 7 de octubre, en las que votaba la asamblea actual.
La misión de Yaye, sobrenombre por el que se conoce a la dirigente extremeña, era convocar elecciones para el próximo periodo olímpico 2025-28 nada más ser proclamada presidenta de la RFEF. Una vez elegida, dimitía para poder presidir la comisión gestora, un puesto clave para controlar las elecciones cuatrienales a las que Rocha tiene previsto presentarse si consigue que un juez le conceda las medidas cautelares que ha solicitado con el fin de paralizar la sanción de dos años que le impuso el TAD por excederse en sus funciones como presidente de la gestora. García Chaves, cuya capacidad ha sido muy cuestionada por muchos de los barones y también por empleados federativos, era la solución idónea para ejecutar el plan de Rocha de presentarse si consigue la cautelar. Yaye es la mujer del exsecretario de Rocha en la territorial extremeña
El revés del TAD obliga a retrotraer todo el proceso a la casilla de salida. García Chaves, como vicepresidente adjunta, vuelve a ser presidenta en funciones, dimitirá y convocará un nuevo proceso electoral. Este último incluye elegir primero a los 140 asambleístas que deberán votar la elección del presidente, tal y como marca la orden ministerial y ha refrendado con rotundidad el TAD.
Las elecciones para el nuevo ciclo olímpico deben celebrarse antes de que finalice 2024, pero ya no se descarta que sean en 2025. Ha pasado más de un año de la suspensión de Rubiales y la federación, dirigida primero por Rocha como presidente de la gestora y después como presidente, no ha celebrado aún las elecciones.
La decisión del TAD no deja muy bien ni al secretario general, Álvaro de Miguel, ni a los servicios jurídicos de la RFEF. Después de asegurar que se iban a hacer las cosas despacio y bien, desde la federación se insistió que el 31.8 era la solución más correcta. No ha sido así una vez más. En septiembre fue al revés. Rocha y los barones optaron por aplicar la orden ministerial porque les interesaba dilatar el proceso, cuando lo correcto hubiera sido el 31.8 como el TAD también determinó. En dos ocasiones, se ha utilizado la reglamentación incorrecta para vergüenza de la RFEF como institución.