En un mundo saturado de información, nos encontramos enfrentando una crisis de confianza y veracidad. La proliferación de noticias falsas, desinformación y propaganda socava la capacidad de las personas para discernir la verdad de la mentira. Nos enfrentamos a una avalancha de información sesgada y manipulada que distorsiona la realidad y socava la confianza en las instituciones y en el propio concepto de verdad.
La desinformación se ha convertido en un arma poderosa en manos de aquellos que buscan manipular la opinión pública y consolidar su poder. Políticos, grupos de interés y entidades poderosas utilizan estrategias de desinformación para distorsionar los hechos, sembrar la discordia y perpetuar su agenda. Nos enfrentamos a una guerra de narrativas en la que la verdad se convierte en la primera víctima.
Reconocemos que la desinformación no es simplemente un fenómeno pasivo, sino una amenaza activa a nuestra capacidad de pensar de forma crítica y tomar decisiones informadas. Nos comprometemos a combatir la desinformación con educación, transparencia y rigor intelectual. Creemos en el poder de la verdad para iluminar la oscuridad de la mentira y restaurar la confianza en nuestra capacidad colectiva para discernir la realidad. Por tanto, nos levantamos en defensa de la verdad y nos comprometemos a desafiar la desinformación en todas sus formas.