el recuento de los daños luego de 52 días de incendio


La temporada de incendios finalizó, aunque según la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) existen algunos brotes subterráneos que comienzan a extinguirse gracias a las lluvias que iniciaron los primeros días de junio de este 2023. Pero el daño que el fuego dejó a su paso es irreparable, como lo sucedido en el Volcán de Agua.

De acuerdo con los datos de la Conred, el fuego en el coloso fue liquidado en su totalidad en abril pasado y estuvo activo por 52 días. Sin embargo, hasta la última semana de mayo se reportaban columnas de humo en varios puntos del volcán, además que gente de la localidad confirmaba que el incendio continuaba de manera subterránea, lo que no ha sido confirmado por las autoridades de gobierno.

Las llamas causaron un daño irreparable en el bosque y en la fauna, según David Contreras, técnico forestal de la Dirección de Manejo Forestal y Vida Silvestre del Concejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap).

Fueron afectadas 600 hectáreas, lo que es 20 veces más de lo que consumió el último incendio más extenso registrado en el volcán, que fue en 2021 y dañó alrededor de 30 hectáreas.

Se ha perdido importante cobertura forestal de bosque nuboso, en donde había pino, encino, ciprés y aguacatío, que es alimento del quetzal, ave que también se ha observado en la zona, principalmente del lado de Escuintla.

Contreras mencionó que esta es una zona de recarga hídrica que disminuirá conforme los años, debido al deterioro causado por las llamas.

“En estas áreas veremos una menor cantidad de agua que se pueda filtrar y llegar a los acuíferos subterráneos que están en la zona. La producción de agua será menor debido a la erosión. Veremos una pérdida de escorrentía bastante grande, que puede ocasionar problemas a las personas que están en la parte baja del volcán”, dijo el técnico de Conap sobre el daño a largo plazo.

Con los días se ha visto cierta regeneración natural en algunas partes del bosque, aun así, no es suficiente. No solo se perdió cobertura forestal, sino que ecosistemas completos, se causó un desequilibrio ecológico que llevará entre 15 a 20 años recuperarse.

“En el caso de la pérdida de cobertura forestal, los árboles no solo nos sirven como áreas para mitigar el cambio climático, para recarga hídrica, también son hospedero de algunas especies y su alimentación.  En el proceso de la regeneración, pasarán muchos años para nuevamente tener especies forestales en dichas áreas, lo que no permite que especies de fauna se desenvuelvan allí, prácticamente es como que estuvieran extintas”, agregó. 

Fauna en peligro

El fuego consume lo que está a su paso, pero en el caso de la fauna los más vulnerables son los mamíferos pequeños, como roedores, los anfibios y los réptiles, y las crías de las aves que no pueden volar.

Las especies de mayor tamaño, entre los que se mencionan venados y felinos, tienen más probabilidad de movilizarse y escapar de las llamas. De esa cuenta es que se ha tenido avistamiento de estos ejemplares en las partes bajas del volcán que no fueron afectadas, principalmente del lado de Escuintla.

Danny Mazariegos, director técnico del Centro de Rescate Antigua Exotic, señaló que se ha rescatado del incendio a distintas especies de animales, hace varias semanas se liberaron 92 ejemplares, entre los que se mencionan búhos, tacuacines, halcones, osos hormigueros y mapaches, pues ya tenían el alta médica veterinaria. Se les ha reintegrado a algunas de las áreas donde hay cobertura forestal. 

En coordinación con el Conap y la Unidad de Bienestar Animal, del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga), el proceso de rescate y atención a los animales afectados por el siniestro continúa.

Mazariegos comentó que los animales se continúan movilizando de los espacios dañados por el fuego hacia zonas más urbanas, pues su hábitat fue destruido. Lamentablemente esto representa una amenaza para las especies, pues los cazadores aprovechan para atraparlos, extremo que confirmó Contreras, lo que ha llevado a implementar operativos a nivel interinstitucional y se ha coordinado con las municipalidades para disminuir este ilícito.

La cacería furtiva es un peligro en el área, como también lo es el saqueo de madera y carbón de lo queda de bosque en el Volcán de Agua.

Por otro lado, Contreras indicó que el Conap puso una denuncia en el Ministerio Público por los incendios, debido a que estos ocurrieron dentro de un área protegida, y es por la pérdida o daño al patrimonio natural del país.

Agrega que en monitoreos que han realizado en distintas zonas del coloso encontraron galones de posible líquido inflamable, lo que podría ser un indicio de que los siniestros fueron provocados.  

En esa línea el pasado 26 de abril, Claudinne Ogaldes, secretaria Ejecutiva de la Conred, indicó por medio de un mensaje difundido la red social X que habían nuevos incendios en el volcán y que se tenía la evidencia de que estos eran “provocados intencionalmente”, y que se harían las denuncias correspondientes.

A nivel nacional

Hasta el 10 de junio, la Conred reportaba 632 incendios entre forestales y no forestales, los que han afectado 47 mil 653 hectáreas. Los departamentos con mayor daño son Huehuetenango (20 mil 282 hectáreas) y Petén (14 mil 45).

Recuperar la cobertura forestal que ha sido consumida por el fuego puede llevar entre 5 años y una década, según especialistas en temas de flora y fauna, pero para recobrar la complejidad de los ecosistemas, la biodiversidad que hay en los puntos afectados podrían durar de 10 a 25 años.



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