El futbolista uruguayo Federico Valverde acaba de consagrarse campeón de la Champions con el Real Madrid por segunda vez. El mediocampista ya la había ganado en 2022 y, a sus 25 años, acumula doce títulos con la camiseta merengue.
Valverde, futbolista consagrado y de peso en el plantel de Real Madrid, jugó los 90 minutos ante el Borussia en Wembley y fue elogiado por la prensa especializada de todo el mundo.
Minutos después de la premiación el futbolista dijo que no estuvo tan nervioso como en la final ante el Liverpool en 2022. “Hace dos años mis declaraciones fueron muy graciosas. Este año no sufrí mucho, lo disfruté bastante”, expresó.
Además fue consultado sobre la especulación que manejan varios medios españoles: que cambiaría el dorsal de su camiseta. Desde que comenzó su etapa en el Real Madrid Valverde juega con la 15, un número que ahora cobró otro valor, ya que es la cantidad de Champions que el club merengue guarda en sus vitrinas.
Sin embargo, Valverde dejó entrever su intención de cambiarla de todos modos. “Mi mujer me decía que ahora todos quieren mi camiseta”, expresó entre risas. “Fue muy lindo tener esta camiseta, fue el número con el cual inicié mi sueño, mi etapa en el Real Madrid. Seguramente en unos meses cambiaré, pero culminé esta etapa de buena manera”, expresó.
Todo apunta a que Valverde se quedará con el número 8, que se libera tras la salida de Toni Kroos, quien hace pocas semanas anunció su retiro del fútbol luego de la finalización de la Eurocopa 2024. Valverde, tras conocer la noticia del retiro de Kroos, escribió a través de sus redes sociales un emotivo posteo en el que manifestó su admiración y agradecimiento, y confesó que es su ídolo de la infancia.
“Supongo que cuando fuimos niños todos tuvimos un ídolo, al que admirábamos, al que veíamos en la tele y pensábamos: ‘Yo quiero ser como esa persona de grande’. Y si éramos niños con mucha imaginación, podíamos soñar que estábamos jugando a la pelota con ese ídolo, que era lejano, intocable, difícil de alcanzar”, comenzó escribiendo. “Ese niño fui yo. Ese niño cumplió su sueño y jugó con el jugador que siempre tuvo de ídolo. Hoy, con una sensación extraña y un nudo en la garganta, sé que a ese niño le hubiese gustado jugar contigo diez años más, y a mí también, Toni. Porque nunca dejé de ser ese niño que siempre te admiró”, agregó.