El líder Barça presume del infalible Lewandowski ante el Alavés | Fútbol | Deportes


Lewandowski descerrajó en un abrir y cerrar de ojos el fortín de Mendizorroza y convirtió en muy fácil un partido que pintaba difícil después de la mala experiencia de El Sadar. El ariete firmó tres goles en media hora y ya suma 52 desde que debutó en la Liga, 12 en los 11 partidos de la temporada, siempre percutor contra el Alavés, que no perdía en casa desde marzo, cuando ganó la Real. El polaco se convirtió en el punto final de un equipo tan certero y contundente que no necesitó de la intervención de Lamine Yamal. El jugador franquicia fue Raphinha. El brasileño se siente importante desde que es capitán y se ganó a Flick. Ausente Olmo, Raphinha es hoy el fichaje estrella, condición que en la pretemporada parecía reservada a Nico Williams.

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Antonio Sivera, Abdel Abqar (Adrián Pica, min. 66), Manu Sánchez, Nahuel Tenaglia (Moussa Diarra, min. 45), Santiago Mouriño, Carlos Vicente, Stoichkov (Tomás Conechny, min. 56), Abde Rebbach, Ander Guevara, Antonio Blanco (Joan Jordán, min. 77) y Toni Martínez (Kike García, min. 56)

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Iñaki Peña, Pau Cubarsí, Alejandro Balde (Frenkie de Jong, min. 80), Héctor Fort (Jules Koundé, min. 66), Iñigo Martínez (Gerard Martín, min. 80), Raphinha, Ferran Torres (Eric García, min. 5), Pedri, Marc Casadó, Lamine Yamal (Ansu Fati, min. 66) y Robert Lewandowski

Goles
0-1 min. 6: Lewandowski. 0-2 min. 21: Lewandowski. 0-3 min. 31: Lewandowski

Arbitro Miguel Ángel Ortiz Arias

Tarjetas amarillas
Nahuel Tenaglia (min. 30), Santiago Mouriño (min. 53), Íñigo Martínez (min. 53), Gerard Martín (min. 85)

El fútbol agresivo y directo, muy a la alemana, les sienta de maravilla a Raphinha y Lewandowski, protagonistas de la tarde en Vitoria. Nada que ver con Pamplona. Los azulgrana quedaron escarmentados en tierra navarra y ya no se dejaron sorprender contra el Alavés cuando se trataba de asegurar el liderato y la ventaja de tres puntos antes del parón de la Liga. La alineación de Flick no ofrecía dudas a diferencia de la expuesta ante Osasuna.

No faltó nadie más que Koundé. Flick dio descanso al único futbolista que no había entrado en las rotaciones, recuperó a Héctor Fort, que se oxidaba como suplente, e insistió con Ferran, un delantero más apreciado sin balón que en el tiro, jugador complementario en un equipo con la mitad de futbolistas de La Masia. Ferran, sin embargo, se rompió nada más empezar y fue sustituido por Eric. Un cambio aparentemente sustancial que no varió el plan de Flick. No disminuyó la intensidad con la que se presentó a la cancha ni la fiabilidad a balón parado constatada contra el Young Boys en la Champions.

Raphinha botó una falta desde la derecha y Lewandowski remató mitad con el hombro y mitad con la cabeza para poner el 0-1. Jugaba el Barça en corto y en largo, cada vez más apretado por el Alavés, siempre arropado por una hinchada que llenó Mendizorroza. El agujero azulgrana estaba a la espalda de los centrales y frente al portero Peña. Una zona difícil de defender porque los pies del guardameta suplente no son los mismos que los de Ter Stegen. A pesar de las dudas de Peña, el nudo del partido se situó en campo del Alavés. La presión del equipo de Luis García habilitó la contra del Barça. Un terreno abonado para el desmarque y la carrera de Raphinha. El brasileño, indetectable para el contrario, ha pasado a ser el jugador bandera del Barça.

Asistente en el 0-1, Raphinha también le regaló el 0-2 a Lewandowski en una carrera al espacio por la banda izquierda, después de una recuperación de Pedri. La variedad de recursos azulgrana es muy amplia si se tiene en cuenta que el 0-3 llegó en una combinación precisa de Casadó y Eric finalizada con un control y tiro cruzado de Lewandowski. Tres goles muy diferentes con el mismo desenlace ante el asombro de Mendizorroza. El partido había quedado finiquitado en media hora porque el Alavés no encontraba la manera de evitar la línea del fuera de juego tendida por el Barça. Pedri, entretanto, no se cansaba de jugar y se olvidaba de marcar, solo en un par de ocasiones ante Sivera.

Los azulgrana no saben jugar sin tensión, ni descansar con la pelota, dispersos cuando no miran a la portería contraria, de manera que se entregan a un ejercicio aburrido para el espectador y permisivo para el adversario, sabedor el Alavés de la debilidad de Peña en su último partido seguramente antes de ser sustituido por Szczesny. El encuentro se consumió con un surtido de saques de esquina del Alavés. La jugada acababa en un córner, un bloqueo o un fuera de juego, nunca con un chut.

Lamine se fue sin dejar huella, sorprendentemente ausente y mustio desde que fue sustituido ante el Young Boys. El interés se centró en Ansu Fati y en su duelo con Sivera. El portero y el palo negaron el gol al delantero cuando Casadó se bastaba para sostener al Barça y defender su condición de mediocentro incluso ante De Jong. La vuelta a la competición, después del parón de selecciones, se anuncia emocionante para el líder porque son varios los que esperan tanda a la salida de la enfermería y los próximos rivales son Sevilla, Bayern y Madrid.

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