El día a día de un joven productor de caña de azúcar


“A las 10 de la mañana al costado sur de la iglesia de Puente de Piedra…”. Esta era la hora de la cita en ese lugar para luego adentrarnos a un inmenso cañal. Llegamos muy temprano y durante la espera disfrutamos de la tranquilidad de este pintoresco distrito de Grecia.

José Pablo Cruz Ulate, productor de caña

De pronto, llegó un joven conduciendo un chapulín azul con una carreta cañera. Se trataba de José Pablo Cruz Ulate, con quien teníamos la cita para conocer su día a día en un cañal de 135 hectáreas, de las cuales él administra 22 hectáreas. Él se encarga de administrarlos y arrollarse las manga para realizar todo tipo de labores que conlleva el cultivo, el cuidado y la cosecha de la caña de azúcar.

Tras los saludos del “pura vida” me propuso que me subiera al tractor o chapulín, como también se le conoce. Lo hice sin ningún reparo, aunque no fue fácil treparme. Esta fue la primera vez que inicié una entrevista a bordo de una maquinara agrícola en movimiento. Mientras nos adentrábamos al cañal me proporcionó datos interesantes sobre la producción de caña en el Occidente, región situada al oeste del Valle Central.

Al igual como maneja muchas cifras de la actividad azucarera de esta zona y del resto del país, también es un gran conocedor de cómo se debe administrar una finca, las enfermedades que atacan la caña de azúcar, los fertilizantes adecuados que deben usarse; lo mismo que los precios internacionales de este endulzante natural, el manejo de personal y mucho más.

José Pablo Cruz Ulate, productor de caña

Por la época en que llegamos, apenas se iniciaba la siembra de la caña, ya que la zafra, o sea, la temporada de la cosecha había terminado unos días antes (esta inicia en enero y concluye a finales de abril). Sin embargo, pudimos apreciar ya una pequeña parte de la finca donde se empezaban a asomar las primeras plantas, las cuales estarán listas para transportarlas a los ingenios dentro de ocho meses.

Este encuentro fue el 15 de mayo, precisamente cuando se celebra el Día del Agricultor, por ello la primera pregunta fue ¿cómo es la vida cotidiana de un agricultor cañero de tan solo 20 años de edad?

Todos los días, sin importar las inclemencias del tiempo, José Pablo se levanta a las 4:30 de la mañana y en ese momento empieza literalmente a maquinar lo que debe hacer una vez que llega al cañal, ubicado en Puente Piedra, a 15 minutos en carro desde su casa.

Poco antes de las 6 de la mañana y bien desayunado, inicia su trabajo; nunca sabe a qué hora terminará la faena. En tiempos de lluvias sale más temprano, pero su trabajo en la casa continúa, sobre todo con el planeamiento del día siguiente.

Además, desde los 18 años forma parte del Consejo de Administración de Coopevictoria; actualmente es miembro propietario. Esto le ha permitido conocer aún más al sector azucarero de la zona y acercarse a la realidad que vive el agricultor en Costa Rica. Desde que esta cooperativa se fundó, en 1943, es la primera vez que cuenta con un directivo tan joven.

José Pablo Cruz Ulate, productor de caña

Por cierto, cuando hay sesión del Consejo Administrativo de Coopevictoria llega pasadas las 11 de la noche a su casa y pocas horas después debe estar de pie para seguir su rutina diaria.

Con sus múltiples obligaciones, su vida social, como ir a una fiesta, a un bar, a una esquina a hablar con sus amigos, visitar un restaurante, ir al cine, o incluso, a un paseo de varios días, no está en su agenda.

Los domingos por ejemplo, también dedica parte del día a planificar su trabajo y ya por la tarde es cuando puede compartir con sus papás Marlon Cruz Espinoza y Lidieth Ulate Ávila, con su hermano mayor Geancarlo David y su novia Yerlin María Zamora, quien por cierto, es experta en recursos hídricos.

Desde los cuatro años de edad, la inquietud por la agricultura empezó a ser parte de su ADN, ya que forma parte de una familia dedicada a la tierra. Dice que se escapaba a la casa de su abuelito paterno don Benedicto Cruz, donde había varios tipos de maquinaria agrícola, y los chapulines eran los que más le llamaban la atención. “Los traveseaba, me subía en ellos y esto me generó una gran pasión por la agricultura”.

Su padre, don Marlon Cruz, al ver ese interés, lo apoyó y a los 10 años cumplidos, empezó a manejar el chapulín. “Nadie me dio permiso, nadie me enseñó y esto marcó más mi amor y cariño por la agricultura”, enfatiza este inquieto y activo joven.

Recuerda que cuando no había clases en la escuela, se levantaba temprano y se iba de “pelotero”, como dice él, con su padre a la finca. Lo mismo hacía en su época de colegial.

Al cumplir los 17 años tomó las riendas de la finca al 100 por ciento y al mismo tiempo se matriculó en la Universidad Estatal a Distancia (UNED) para estudiar agronomía. Estos estudios por el momento los congeló, pero su plan es obtener una licenciatura y por qué no, un doctorado.

José Pablo Cruz Ulate, productor de caña

Aparte de las 22 hectáreas que administra en Puente Piedra, también dispone de 10 hectáreas en Santa Gertrudis Sur, 12 en Santa Rosa de Poás y hace poco tenía 20 hectáreas en Tacares de Grecia. Además, en este momento está buscando más terrenos para cultivar.

Tras una larga conversación, por supuesto me di cuenta que José Pablo es un gran apasionado por la agricultura y por ella sacrifica casi cualquier cosa. Tanto sus abuelitos paternos como maternos han dedicado toda la vida a la actividad azucarera y esto ha influido en su vida enormemente.

“Para mí la agricultura representa darle vida a la tierra; es estimulante llegar a la finca y respirar aire fresco, sentir el viento, escuchar el canto de las aves, son sensaciones, emociones y sentimientos que no los cambio por nada”.

Por sus venas corre ese amor por la tierra y esto le ha permitido ser un agricultor poli funcional. Al referirse sobre qué implica trabajar en el sector de la caña, él enfatiza que se debe conocer de todo un poquito. “Uno aquí debe saber de mecánica agrícola, ser doctor de la tierra, pues hay que conocer qué usar para combatir las enfermedades de las plantas y cuáles fórmulas de abonos deben aplicarse para el mejor desarrollo y rendimiento de los cultivos”.

“También uno se vuelve medio meteorólogo, pues debe entender algo sobre el clima, ya que de este dependen algunas labores propias de la finca y conocer muchos principios de agronomía”.

Incluso, comenta este griego que también su trabajo le exige conocer conceptos de un contador para manejar los ingresos y egresos de la finca. Asimismo, elementos de economía y saber sobre recursos humanos para un mejor manejo de personal.

También quería saber lo que pensaba este agricultor, cuyo postre preferido es la cajeta de zanahoria que prepara su tía Guiselle Cruz, sobre su reacción cuando ve a alguien utilizando azúcar en una receta.

“De verdad que me siento muy orgulloso y cuando lo veo siempre me hago varias preguntas: ¿esa cucharada lleva mi sudor?, ¿ lleva parte de mis sacrificios?, ¿lleva mis madrugadas?. Esto y mucho más me impulsa a seguir trabajando la tierra”.

José Pablo Cruz Ulate, productor de caña

“Quiero verme siempre como agricultor, pero desafortunadamente hoy se observan más zonas grises (obras de concreto) que verdes; esto me da la inquietud de si habrá o no campo para trabajar la tierra. Solo el tiempo nos dirá si será o no posible”, expresó.

Sobre este tema, señala que en años recientes se han perdido alrededor de 1.000 hectáreas en el Occidente, pues fueron transformadas en condominios, áreas industriales y comerciales.

Minutos después de despedirnos de José Pablo, un fuerte aguacero bañó los nuevos brotes de las cañas que dentro de ocho meses serán transportadas hasta los ingenios de CoopeVictoria, en Grecia y El Porvenir, ubicado en Cataluña de Tacares de Grecia.

  • En Costa Rica actualmente hay más de 53 mil hectáreas cultivadas de caña. Esta fruta de tallo, originaria de Nueva Guinea, fue introducida a América en el segundo viaje de Cristóbal Colón (1493).
  • La actividad azucarera costarricense está a cargo de más de 6.000 productores. Hay una importante cantidad de mujeres que participan en ella.
  • Alrededor de 8 millones de bultos de azúcar (50 kilos cada uno) se producen en Costa Rica. El 40% se exporta.
  • La Liga Agrícola Industrial del a Caña de Azúcar (LAICA) es un ente público no estatal, con facultades públicas y privadas en el que convergen productores e ingenios. En 1940 inició la organización de los cañeros costarricenses mediante la conformación de la Junta de Protección a la Agricultura de la Caña.
  • LAICA fue creada mediante la Ley Nº 3579 en 1965 y reorganizada en 1998 por medio de la Ley Nº 7818.
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