El científico que vivió en una cueva y realizó descubrimientos para la NASA


A los 23 años, Michel Siffre pasó dos meses en una cueva de los Alpes, donde realizó importantes descubrimientos, ho tiene 85 años.

A la edad de 23 años, un joven científico francés llamado Michel Siffre realizó experimentos cruciales para la NASA en el contexto de la carrera espacial con Rusia. Comenzando sus investigaciones en la década de 1960, él aportó significativamente al conocimiento sobre los ritmos biológicos, con datos útiles para los astronautas.

En 1962, Siffre, actualmente de 85 años, se internó 130 metros bajo tierra en el abismo de Scarasson, ubicado en los Alpes de Liguria. Equipado solo con una antorcha y sin ningún dispositivo para medir el tiempo, su objetivo era explorar cómo la falta de señales externas, como la luz solar, influiría en los ritmos biológicos humanos.

Durante este experimento, este científico se dejó guiar únicamente por las necesidades de su cuerpo. Dormía y comía cuando lo sentía necesario en vez de seguir los horarios convencionales. Tras 63 días emergió con descubrimientos que sentaron las bases de la cronobiología, revelando que los seres humanos poseen relojes biológicos internos.

En una entrevista concedida a la revista Cabinet en 2008, Siffre reflexionó sobre su investigación: “Tuve esta idea que se convirtió en la idea de mi vida. Decidí vivir sin reloj en la oscuridad sin noción del tiempo. Notificaba a mi equipo cuando me despertaba, comía y antes de dormir. Ellos no podían llamarme así que no tenía idea del tiempo exterior. Sin saberlo, había creado el campo de la cronobiología humana”.

Durante los confinamientos, Siffre disponía únicamente de una bombilla de luz y material para leer y estudiar.

El entorno de la cueva era hostil, con frío y alta humedad. Él dedicó su tiempo a leer y estudiar, mientras su equipo en la superficie monitoreaba su pulso y realizaba pruebas psicológicas diarias. Una de estas pruebas, que consistía en contar del 1 al 120, reveló que su percepción del tiempo se había alterado, tomando cinco minutos en contar lo que normalmente tomaría dos.

Este hallazgo fue corroborado al final del experimento cuando Siffre se sorprendió al saber que había llegado el día de finalizar, mientras él creía que aún le quedaba un mes. “Mi tiempo psicológico se había reducido a la mitad”, explicó a la revista Cabinet.

Michel continuó explorando la naturaleza del tiempo en condiciones extremas realizando una segunda expedición financiada por la NASA diez años después. Pasó seis meses en una cueva en Texas, donde descubrió que sin señales de tiempo, las personas se adaptaban a un ciclo de 48 horas en lugar del habitual de 24.

Las investigaciones de Siffre no solo ayudaron a la NASA, sino que también ampliaron considerablemente el entendimiento científico sobre los ritmos biológicos humanos, marcando un hito en la historia de la cronobiología.

*La redacción de este contenido fue asistida con inteligencia artificial.

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