Ecuador está dispuesto al diálogo con México | Editoriales | Opinión



La paz y las buenas relaciones de los países son beneficiosas para sus habitantes y sus economías. Ecuador y México no están excluidos y aunque en este momento la nación gobernada por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) mantiene rotas las relaciones diplomáticas, se deben hacer los esfuerzos para solucionar cualquier controversia.

La canciller de Ecuador, Gabriela Sommerfeld, reiteró este 29 de mayo que el país está abierto a conversar en la búsqueda de una salida a cualquier conflicto.

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Sin embargo, su par mexicana, Alicia Bárcena, marca distancia al aclarar que no les interesa un diálogo o mediación y que seguirán sus querellas en la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Se refiere a las demandas contra Ecuador luego de la incursión a su embajada en Quito, el 5 de abril pasado, para detener al exvicepresidente Jorge Glas, a quien, pese a estar sentenciado por la Justicia, el Gobierno mexicano le concedió asilo el mismo día de la aprehensión.

La CIJ negó medidas cautelares solicitadas por México para su embajada en la capital ecuatoriana por considerarlo innecesario.

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En el nuevo capítulo de la relación entre Ecuador y México, el Gobierno mexicano también negó que esté dispuesto a una mediación de un tercer país como difundió la prensa internacional.

La canciller Sommerfeld había confirmado que Suiza aceptó ser un canal diplomático para el restablecimiento de las relaciones tras la detención de Glas.

AMLO insiste en la exigencia de que se respete el derecho de asilo, mientras el régimen de Daniel Noboa defiende su postura de que las Convenciones de asilo de 1954 y de 1933 establecen “que no es lícito conceder asilo a personas condenadas o procesadas por delitos comunes y por tribunales ordinario competentes”, el caso de Glas.

Mantener una disputa diplomática no favorece a naciones hermanas. Se han empezado a ver efectos del rompimiento al privar o al menos complicar trámites de ciudadanos de ambos países cerrando posibilidades de viajes, estudios y otros. Es obligación de los dos Estados hallar a corto plazo una salida a la controversia. (O)

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