Debate presidencial | La Nación



Algunos se preguntan si los debates presidenciales en Estados Unidos tienen efecto en los resultados finales. El 27 de junio, anticipábamos que este sería un cara a cara con mucha trascendencia, por llegar en empate técnico y que los temas “de carácter” serían los trascendentales.

En el caso del presidente Biden, su máxima misión era proyectar vitalidad y claridad en el manejo de los asuntos y que su edad, 81 años, no sería un obstáculo para ocupar el cargo durante cuatro años más. Siempre creí que esa era una de las razones por las cuales se debía realizar el debate en una fecha tan temprana, pero Biden falló estrepitosamente.

El expresidente Donald Trump tenía la misión de mostrarse como una persona más pausada, centrada y madura, libre de mentiras, y debía dejar claro que gobernaría pensando en los intereses de la mayoría. Era muy importante desacreditar que llegaría al poder con sed de venganza. Desaprovechó su oportunidad, con mínimas consecuencias ante el temor generado por Biden entre los demócratas.

A Trump le ayuda una cuestionable resolución de la Corte Suprema de Justicia que con su interpretación prácticamente le concedió una amplia inmunidad que lo libra de uno de sus más grandes obstáculos, varios procesos criminales, incluido lo sucedido en el Capitolio en enero del 2021. Como abogada, estoy segura de que esta es una resolución que será un caso de estudio y cuestionamiento durante muchos años.

Quedan varios meses por delante, y una vez más las elecciones de Estados Unidos cobran importancia en el mundo por la visión tan diferente de ambos candidatos en cuestiones relevantes como el futuro de la OTAN, la guerra en Ucrania, la protección a Corea del Sur y Japón, y la guerra “comercial con China”, así como las posibles consecuencias para Taiwán.

Son factores de preocupación no solo en Estados Unidos, sino también en el resto del mundo occidental. Sin duda, algunos de los más interesados son Putin y Xi Jinping.

Por su peso como mayor economía en el mundo, otros hechos relevantes y de preocupación son el crecimiento de su deuda, el control de la inflación y el desempeño general de su economía, claves para nuestro país. Indudablemente, hay que seguir el pulso a estas elecciones.

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La autora es politóloga, miembro del Advisory Board del Wilson Center en asuntos para América Latina.

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