El dominicano Georges Ortiz, junto al ítalo-belga Valerio Tripicchio, aseguran que desarrollaron un componente electrónico semiconductor que promete revolucionar el mercado, por lo que piden al Gobierno la diligencia para conseguir una “vinculación público-privada”, con la finalidad de contar con la protección jurídica necesaria.
En este sentido, Ortiz aclara que sometieron a la Oficina de Propiedad Industrial (Onapi) una patente sobre el método de procesamiento, mas no de la fuente del chip, pues esa tecnología no se patenta.
El experto en tecnología explica que en la primera etapa andan en la búsqueda de que esta creación reciba el reconocimiento regional; en segunda etapa, la vinculación público-privada y la protección jurídica, y en tercera etapa, la “protección” intelectual.
El desarrollo del componente se trata de una tecnología de semiconductor (chips) que transforma la corriente Alterna (AC) a corriente continua DC, en un formato hasta 10 veces más reducido que las opciones actuales del mercado global, con un alto nivel de eficiencia sobre los 97.5%.
Asimismo, este semiconductor contempla “cero consumos vampiro” o mayor conocido como el consumo que realizan los dispositivos o electrodomésticos conectados a la energía eléctrica a pesar de estar apagados.
“Se puede lograr que fabricantes de equipos electrónicos, electrodomésticos IOT, computadoras, servidores, routers de internet, vehículos eléctricos y de combustión, robots, cargadores, entre muchos más, podrán rediseñarlos en un formato más compacto y ser alimentado por una fuente de energía altamente eficiente, esto se traduce un ahorro significativo en los costos fabricación”, precisa Ortiz.
El experto revela, que, a finales de noviembre del presente año, estarán desarrollando una fábrica modelo para la fabricación de un millón a dos millones de “componentes” mensuales con la finalidad de exportar.
“Con esto nosotros buscamos primero penetrar el mercado de ingeniería de diseño de equipos electrónicos, es decir, hacer llegar el chip con una tarjeta de desarrollo con las certificaciones internacionales”, manifiesta el inventor dominicano.
El invento de este dueto surge en momentos en que la República Dominicana intenta meterse al mercado de semiconductores mediante acuerdos de financiación con Estados Unidos.