Washington. La Corte Suprema de Estados Unidos ratificó este viernes una ley federal que prohíbe a una persona sujeta a una orden de alejamiento por violencia doméstica poseer un arma de fuego.
Con ocho votos a favor y uno en contra, los jueces revocaron la decisión de un tribunal de apelaciones que declaró inconstitucional la ley en cuestión.
“Cuando un tribunal determina que una persona representa una amenaza creíble para la seguridad física de otra, esa persona puede ser temporalmente desarmada conforme a la Segunda Enmienda”, señaló el presidente del tribunal, John Roberts.
El presidente Joe Biden expresó su satisfacción por el fallo y se comprometió a promover restricciones adicionales sobre armas para proteger a las mujeres.
“Como resultado de la sentencia de hoy, las sobrevivientes de la violencia doméstica y sus familias podrán continuar contando con protecciones fundamentales, como lo han hecho durante las últimas tres décadas”, afirmó el mandatario demócrata en un comunicado.
Este caso representa el primer examen del tribunal sobre el derecho a portar armas desde que el año pasado afirmó el derecho de los ciudadanos a llevar armas en espacios públicos.
En su fallo anterior, la Corte Suprema advirtió que solo permitiría excepciones “razonables” al derecho a portar armas consagrado en la Segunda Enmienda, basándose en precedentes históricos sobre la regulación de armas de fuego.
De esta manera, los tribunales inferiores deberán evaluar si las restricciones se alinean con “la historia y las tradiciones” de la regulación de armas de fuego en Estados Unidos durante finales del siglo XVIII y el siglo XIX.
‘Salva vidas’
Un tribunal de apelaciones ultraconservador dictaminó en marzo que una ley federal que prohibía la posesión de armas a personas con órdenes de alejamiento era inconstitucional debido a la falta de precedentes históricos.
En Texas (sur), durante una investigación en el domicilio de Zackey Rahimi, sospechoso de cinco disparos y sujeto a una orden de alejamiento de una exnovia que le prohibía poseer armas, la policía encontró una pistola y un fusil.
“Algunos tribunales han interpretado incorrectamente la metodología de nuestros casos recientes sobre la Segunda Enmienda”, escribió el juez Roberts.
En desacuerdo con la opinión de la mayoría, el juez conservador Clarence Thomas sostiene que los estados ya cuentan con el procesamiento penal para desarmar a quienes utilicen armas de fuego para amenazar con violencia física.
“El verdadero problema es si el gobierno puede privar del derecho garantizado por la Segunda Enmienda a cualquier persona sujeta a una orden de alejamiento, aunque nunca haya sido acusada o condenada por un delito. No puede”, afirmó.
La asociación Everytown, defensora de un control más estricto de las armas individuales, elogió la decisión como “una medida que salva vidas”.
En Estados Unidos, según indicaron en un comunicado, aproximadamente 70 mujeres son asesinadas a tiros por sus parejas cada mes, y la presencia de un arma aumenta cinco veces las posibilidades de que una mujer muera a manos de su agresor.
El influyente senador demócrata Dick Durbin, presidente del comité judicial, también celebró que la corte “reafirme que la Segunda Enmienda no es ilimitada”.