La joven, que entonces tenía 15 años, viajó en ómnibus desde Buenos Aires a Montevideo, y desde allí partió a Barra de Valizas, adonde llegó el 26 de diciembre de 2014, para pasar unos días junto a su madrina, que veraneaba en ese balneario.
El 28 de diciembre, Lola salió a caminar por la playa, en la franja entre Valizas y Aguas Dulces pero, antes de llegar a ese lugar, fue atacada por un desconocido, que ahora fue identificado como Leandro David Sena.
El hombre intentó violarla, la adolescente se resistió y el criminal la enterró viva debajo de un médano, donde fue encontrada el 30 de diciembre.
Sena había llegado a Valizas para trabajar en un supermercado en diciembre de 2014. Este contaba con antecedentes penales, ya que en 2009 había violado a una adolescente de 15 años en La Paloma, delito por el que estuvo en prisión.
El día de la muerte de Lola, 28 de diciembre de 2014, el asesino salió a caminar por la playa y se cruzó con la adolescente, a la que, además de intentar violarla, le robó el dinero que llevaba en una mochila. En el forcejeo, Sena se cortó y su ADN quedó en el bolso de la víctima. Esa muestra fue la clave de la investigación y la condena del asesino casi una década después.
Una muestra clave
Natalia Sandberg es una genetista del Ministerio del Interior, que estudió el caso de Lola y descubrió la posibilidad de que Sena pudiera estar involucrado con el crimen.
Sandberg informó, entonces, a la Policía de la localidad fronteriza de Chuy.
“Obtuvimos la información de que tenía antecedentes por violación y lesiones personales y apuntamos la investigación hacía él”, ,explicó a Teledía Miguel Ríos, comisario de Chuy.
El hombre fue localizado en esa ciudad tras denunciar un hurto del que había sido víctima.
Los investigadores obtuvieron su domicilio y se dispuso una orden de allanamiento en mayo de 2022.
Sena se negó “de forma rotunda” a la realización de una prueba de ADN, pero se le incautaron cepillos de dientes, inhaladores, cigarros y ropa interior y la Policía Científica pudo realizar el análisis, que resultó positivo.
El miércoles 17 de abril de 2024, Leandro David Sena fue condenado a 27 años y seis meses de cárcel por el asesinato de Lola Luna Chomnalez en diciembre de 2014.
¿Y “el Cachila”?
En febrero de 2015, la investigación del caso fue alertada de que Ángel Eduardo Moreira Martínez, conocido en la zona de los balnearios de Rocha como “el Cachila”, tendría alguna relación con el crimen de Lola.
En 2019 se pidió su procesamiento , luego de haber sido ubicado en el lugar del crimen y de que este lo reconociera, como coautor de un delito de homicidio agravado por la alevosía. En 2022 fue absuelto, pero en febrero de 2023 el Tribunal de Apelaciones revocó el fallo y Moreira volvió a prisión.