Casi increíble condena al expresidente Trump


Catalejo

Casi increíble condena al expresidente Trump

Aunque se consideraba la posibilidad de una condena a Trump, nadie pensó en un veredicto contrario en 34 delitos.

Sin duda es el juicio más seguido en todo el mundo y sorprendió la condena por los 34 delitos integrantes de la acusación al expresidente estadounidense Donald Trump, aspirante a la presidencia por segunda vez, negador del resultado de la elección de hace cuatro años y de la violenta y sangrienta invasión al Congreso. Los delitos, con condenas sumadas de 132 años, se relacionan con el uso fraudulento de fondos de campaña provenientes de donaciones, utilizados para comprar el silencio de una hetaira (onerosa dama de compañía) calificada por la prensa estadounidenses de “actriz pornográfica” con quien en el 2016 el condenado tuvo “encuentros sexuales”. Se iniciará una amarga lucha entre republicanos y demócratas, a solo seis meses de las elecciones.

Aunque se consideraba la posibilidad de una condena a Trump, nadie pensó en un veredicto contrario en 34 delitos.

Un juicio como este y quienes participan no pueden escaparse al fanatismo, y por ello, parafraseando al dicho “en la guerra la primera víctima es la verdad”, ahora se podrá decir lo mismo respecto a un juicio político-jurídico. La victoria de la aplicación de la ley puede tener resultados inesperados para el prestigio del país, lo cual no significa considerarlo inocente, porque incluso él mismo en numerosas ocasiones se declaró misógino y alardeó de sus conquistas, aunque tuvieran de por medio pagos. La actual división política estadounidense implica necesariamente una actitud de revancha de los republicanos y otra de ataque despiadado en base a temas morales y éticos de parte de los demócratas, cuyo techo también es de vidrio en demasiadas ocasiones.

El veredicto abre dudas acerca de la participación de Trump en las próximas elecciones, lo cual depende de una condena de cárcel —lo cual es bastante difícil— o una de arresto domiciliario. Podría ser esta última, pero no se sabe si puede participar como candidato, lo cual sería una decisión rayana en lo absurdo. Como sea, la masa republicana trumpista podría darse cuenta y por ello se ausentaría de las urnas. En ese corto espacio de tiempo, es muy difícil escoger a un candidato sustituto porque la sombra proyectada por el expresidente es demasiado fuerte y quienes se habían animado a presentarse como aspirantes decidieron unirse al carro ganador y apoyarlo. La crisis política interna estadounidense no tiene comparación y obviamente debilita la posición nacional en el mundo.

En este momento, Estados Unidos se enfrenta a la realidad de la guerra Rusia vs. Ucrania, Israel vs. Palestina y varios países árabes relacionados en forma poco confiable, así como la crisis entre China Comunista y Taiwán. Por aparte, en América Latina han avanzado los regímenes de izquierda, con excepción de Argentina, o con seguridad se afianzarán, como el caso de México. Es una tormenta perfecta: hasta Centroamérica está dando muestras de desdén hacia la Unión Americana. El efecto del veredicto de ayer en New York se mantendrá por mucho tiempo y el futuro del mundo está en un impasse. Pronto surgirán las críticas porque lo ocurrido es absurdo, pero este criterio se derrumba porque en Guatemala se defienden y aplauden veredictos y acciones legales absurdas.

El sistema jurídico estadounidense de ninguna manera es perfecto, pero parece ser menos imperfecto al compararlo con el guatemalteco. Quienes hablan de “la ley es la ley”, “nadie está superior”, pero no aceptan al espíritu de la ley como superior a la letra muerta, no pueden después rechazar los veredictos cuando no están en la línea de su pensamiento. Un análisis distinto toma en cuenta la realidad del hundimiento de la democracia en todo el mundo. Lo más importante es decidir cuáles serán las consecuencias políticas de hombres o mujeres con sueños o deseos políticos. Y aunque no tienen relación, las elecciones del domingo en México también marcarán una línea en la arena: o afianzan la línea de acción de López Obrador o se irán en la línea del presidente argentino.



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