Los ministerios de Gobernación (Mingob) y Comunicaciones (CIV) firmaron este viernes 7 de mayo un convenio de cooperación interinstitucional para “fortalecer y garantizar” la seguridad en aeropuertos y aeródromos administrados por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), informaron fuentes oficiales.
“Este acuerdo establece los compromisos, derechos y obligaciones que asumen el MINGOB a través de sus diferentes unidades operativas y el CIV a través de la DGAC”, detalla un comunicado.
El documento publicado por la DGAC señala que “la colaboración entre estas entidades es esencial para enfrentar los desafíos de seguridad actuales para las personas, la carga y los sistemas. Este trabajo forma parte del proceso y es un resultado, fruto del trabajo de la Mesa interinstitucional de rescate del Aeropuerto Internacional La Aurora, conformada por instrucciones del señor presidente Bernardo Arévalo”.
Azucena Zelaya, directora de la DGAC, señaló que la colaboración entre estas entidades es esencial para “enfrentar los desafíos de seguridad en el contexto actual y para crear un entorno seguro y confiable para todos los usuarios de nuestros aeropuertos”.
Agregó que además implementan un proceso de autoevaluación que “nos permite identificar áreas de mejora y fortalecer nuestras capacidades en aspectos críticos como la legislación, la organización, las licencias de personal técnico aeronáutico, las operaciones de las aeronaves, la aeronavegabilidad, los aeródromos, los accidentes e incidentes de la aviación y los servicios de navegación aérea”.
Aseguró que han tomado medidas “concretas” para cumplir con la normativa internacional en materia de seguridad de la aviación y “mejorar la experiencia de los pasajeros”.
“En el Aeropuerto Internacional Aurora hemos implementado un corredor temporal para evitar la mezcla de los pasajeros que ingresan y salen del país”, dijo la funcionaria.
Por su parte Fernando Suriano, viceministro de Transporte del CIV, destacó la importancia del trabajo coordinado en términos de seguridad; además, dijo que para recuperar el Aeropuerto Internacional la Aurora se debe trabajar en dos ejes: Competitividad respecto a viajeros nacionales y extranjeros y el trasporte de carga, así como la seguridad.
“El objetivo del convenio es dar certeza a esa relación que hemos tenido en buena voluntad, habilitada por supuesto por la parte legal, por el marco regulatorio vigente, pero que nos acierta ya ciertos puntos de compromiso entre las partes para que de esta forma podamos estabilizar en el tiempo esta cooperación y delimitar también en el ámbito de competencias las acciones que debe de hacer cada una de las partes”, dijo Soriano.
En tanto, Francisco Jiménez, ministro de Gobernación, comentó que “la aviación juega un papel importante como motor y facilitador de desarrollo económico sostenible en Guatemala”, por lo que considera necesario fortalecer los mecanismos de seguridad por medio del convenio firmado este viernes.
Agregó que dicha importancia se evidencia con los datos de la DGAC, que revelan que los aeropuertos y aeródromos administrados por esa entidad movilizaron el año pasado a unos cuatro millones de personas.
“No es poca cosa. Es sabido que Guatemala tiene el parque aeronáutico más grande del mundo respecto a su cantidad de habitantes. Un avión o helicóptero por cada 23 mil personas. Igualmente cuenta con una considerable cantidad de aeropuertos y pistas aéreas que están bajo control y administración del Estado vía Aeronáutica Civil”, dijo Jiménez.
Agregó que “la Policía Nacional Civil, por medio de sus unidades especializadas, está en toda la disposición de realizar operativos e inspecciones en los aeropuertos internacionales y nacionales, para lo cual será necesario mantener una estrecha relación con el personal de Aeronáutica, especialmente los miembros de la seguridad para hacer efectiva la colaboración interinstitucional”.
“El pueblo de Guatemala debe tener la certeza que, gracias a nuestra intervención, estas instalaciones serán utilizadas para lo que manda la ley. Nunca más para facilitar actividades delictivas que ponen en alto riesgo a los viajeros, pilotos, asistentes, y al propio personal que aquí trabaja”, reiteró Jiménez.