La tensión entre Israel y Hezbolá alcanza niveles críticos con ambos bandos intercambiando amenazas y aumentando la preocupación por una posible expansión de la guerra en Gaza. Además, la entrada de Chipre en el conflicto exacerbó el conflicto.
Hezbollah, aliado del grupo terrorista Hamás, anunció el jueves que bombardeó el norte israelí, en represalia por la muerte de uno de sus combatientes en un ataque.
Por su parte Israel, confirmó que eliminó a un miliciano de Hezbollah en un bombardeo dirigido. En el norte del territorio, los israelíes dicen no temer que se desate un nuevo conflicto. El incremento de la tensión tiene lugar tras semanas de intensificación de los disparos desde ambos lados de la frontera.
“Ningún lugar a salvo de los misiles”
El martes, el Ejército Israeli, aseguró que tenía lista una ofensiva contra Hezbollah respaldado y financiado por Irán. Un día después, Hassan Nasrallah, el líder del movimiento, advirtió que si Israel abre un nuevo frente en su frontera norte, ningún lugar de ese país estaría salvo de sus misiles.
Nasrallah amenazó también a Chipre, afirmando que este país del Mediterráneo Oriental, miembro de la Unión Europea, sería considerado como parte de la guerra, se autoriza a Israel a usar sus aeropuertos y bases para atacar el Líbano.
El gobierno chipriota respondió después que las relaciones entre el Líbano y Chipre se basan en una rica historia de cooperación diplomática y que se están llevando a cabo consultas bilaterales al más alto nivel.
En Nicosia, capital chipriota, sus ciudadanos no se mostraban preocupados. Según un recuento de la agencia AFP, los más de ocho meses de violencia entre Hezbollah y el Ejército Israeli han dejado cerca de medio millar de muertos en el Líbano, la mayoría combatientes del movimiento chiíta y casi un centenar de civiles.
Israel afirma que de su lado, murieron al menos 15 soldados y una decena de civiles.
Con información de AFP.