Madonna brindó anoche un espectáculo inolvidable en Río de Janeiro al que asistieron más de un millón y medio de personas.
La enorme extensión de la playa Copacabana en Río de Janeiro se transformó en una enorme pista de baile. Desde temprano comenzaron a llegar miles de personas esperando el último espectáculo de la gira “celebration” que la reina del pop inició en el mes de octubre en Londres.
Madonna, de 65 años, fue ovacionada en cada uno de los grandes éxitos que interpretó y que formaron parte de sus 40 años de carrera.
Se estima en un millón 600.000 las personas que asistieron al espectáculo, lo que supera hasta 13 veces la asistencia récord que ha tenido la artista en otros conciertos. De hecho, el sitio web oficial de Madonna promocionaba el espectáculo como el más grande jamás realizado en cuatro décadas, “el lugar mágico”, como definió Madonna, Copacabana, era custodiado por helicópteros y drones que sobrevolaban la multitud.
El concierto gratuito de Madonna fue una apuesta económica de Río de Janeiro que invirtió unos 20 millones de reales, de los 12 millones de dólares que costó la producción.
Según los cálculos de las autoridades de Río, la movida turística que supuso el espectáculo estaría cercana a los 200 millones de reales.