La manera en la que los animales afrontan la muerte puede ser muy diferente a como lo hacemos los humanos. Incluso nuestros parientes más próximos, los chimpancés, adoptan actitudes peculiares.
Es el caso de una de las hembras de chimpancé del Bioparc de Valencia, que lleva meses acarreando el cadáver de su cría, que murió el pasado febrero por causas naturales.
Pese al avanzado estado de descomposición del bebé, la chimpancé madre, llamada Natalia, no se separa del cuerpo de la cría.
Tal y como explica el propio parque, “se trata de una especie donde los vínculos sociales y la cohesión del grupo son fundamentales, por lo que todos los miembros se ven afectados por estos tristes acontecimientos”.
“Necesitan un periodo de ‘duelo’ y poco a poco asumen la realidad y la pérdida, aunque la madre puede todavía precisar un tiempo para, incluso, desprenderse del inerte cuerpo“, explican.
Los Bioparc de Fuengirola y Valencia albergan el grupo más numeroso de España de chimpancés de la subespecie Pan troglodytes verus, en peligro crítico de extinción según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).