Este domingo 28 de abril, el papa Francisco visitará la Bienal de Arte de Venecia. Es la primera vez que viaja a esa ciudad y también la primera ocasión en que un pontífice asiste a la exposición desde que fue inaugurada en 1895. Pero más allá de este viaje, también destaca el encuentro que tendrá el líder de la Iglesia católica con varias reclusas de la prisión de Giudecca, así lo confirmó la página Vatican News.
En la Bienal, el Vaticano tiene un pabellón ubicado en dicha cárcel que fue titulado Con mis ojos. Es una exposición de varias obras realizadas por ocho artistas que convivieron con algunas de las reclusas y que, a través de su talento, expresaron sus historias.
“Mujeres con sentencias definitivas que en la prisión de Giudecca han encontrado la manera de recomponer los fragmentos de sus vidas: algunas empezando a coser, trabajando en la lavandería, especializándose en cosmética. Algunas de ellas han creado una relación de confianza con los artistas que animan el pabellón de la Santa Sede titulado Con mis ojos. Fueron escuchadas, sus pensamientos fueron valorados, confiaron sus fotos más queridas a las manos de quienes las convirtieron en cuadros”, explicó Vatican News sobre la muestra.
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El Vaticano, liderado por el papa Francisco, ubicó su muestra de arte en la Bienal de Venecia en la cárcel de mujeres de Giudecca. (ALBERTO PIZZOLI/AFP)
La página del Vaticano agregó que en la cárcel hay mucha emoción por la llegada de Francisco debido a que las privadas de libertad encuentran en él un mensaje de amor y respeto, sin juicios. Una de las reclusas del centro penitenciario será la guía del papa durante su visita. Varias de ellas se han sumado a ser colaboradoras en la muestra, pero fue Manuela, quien obtendrá su libertad en un año, la elegida para acompañar a Francisco.
“Muchas de nosotras hemos desempeñado diferentes roles: algunas han escrito, otros han hecho otros trabajos, a mí me preguntaron si quería ser guía y como hablo siempre, con el apoyo de mis compañeras -somos diez- aceptamos con mucho gusto”, dijo Manuela, según consta en el sitio web de la Santa Sede.
De acuerdo con La Nación de Argentina, la idea de que la cárcel se convirtiera en el pabellón del Vaticano en la 60.ª edición de la Bienal de Venecia es porque la Santa Sede no tiene un pabellón fijo, ya que suele ir de “peregrinaje por el archipiélago” para buscar un lugar significativo.
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Se optó por esta cárcel femenina no solo porque es una tradición que los católicos visiten estos lugares como voluntarios, sino también por “coherencia” con el pontificado del papa Francisco, que siempre le dedicó una atención especial. El papa argentino siempre se distinguió por querer visitar cárceles en sus viajes apostólicos y por ir los jueves santos a cárceles para lavarle los pies a presos, cosa que incluso hacía en sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires, agregó La Nación.
La Bienal de Arte de Venecia se extenderá hasta el 24 de noviembre del 2024.
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