La temporada pasada fue anómala en la carrera de Jorge Resurrección, Koke, (Madrid, 32 años). Por primera vez, el capitán del Atlético de Madrid afrontó compaginar el curso con una renovación con la etiqueta de veterano bien pagado y en un contexto de bajada salarial generalizada instaurada por la dirigencia. El acuerdo se anunció a finales de marzo.
El suyo fue un caso complejo, más para el club, consciente de que en la ecuación entraba todo lo que representa Koke para la masa social rojiblanca, para el vestuario y para Diego Pablo Simeone. Ambas partes jugaron sus cartas interna y externamente. “Tampoco había nada raro por detrás. Se me acababa el contrato, llegamos a un acuerdo, no hubo muchas trabas, a lo mejor se alargó porque tampoco corría, entre comillas, prisa”, explica, retrepado en un sofá de una de las cabinas de prensa del Cerro del Espino de Majadahonda, el jugador con más partidos disputados en la historia del club (642).
Llegará ese día en el que Koke no esté en el Atlético de Madrid, pero no hay que dramatizar”
El entrenamiento de preparación para el partido de este jueves ante el atractivo Leipzig (21.00, Movistar+) acaba de finalizar. El semblante denota cansancio en un jugador criado en la sencillez y la humildad de Vallecas con la que se expresa. “Hubo ofertas, pero no tenía dudas de que iba a seguir. Donde uno se hace valer es en el terreno de juego. Cuando lo das todo en el campo y en el día a día, no hay nada que reprocharse. Llegará ese día en el que Koke no esté en el Atlético de Madrid, son etapas de los jugadores, no hay que dramatizar. También está ese dicho de que no hay nadie por encima del club, sea un jugador, un entrenador o un directivo”, prosigue.
Koke no elude el paso del tiempo y admite que esta temporada piensa que puede jugar menos. “Soy más mayor y soy realista, hay momentos en los que hay que descansar y jugar menos minutos y no pasa nada. Si te digo que no me molesta, te engaño. Todos queremos jugar todo, pero cuanto antes te des cuenta de las situaciones y antes las aceptes, mejor te irá. Vas a estar más concentrado para hacer lo que te pida el entrenador y lo que necesita el equipo. El día de Girona yo quería jugar, solo jugué 20 minutos y pude hacer un gol”, reflexiona antes de dejar una clásica coletilla de Simeone para domar los egos que él mismo también tuvo como jugador: “Hay muchas veces que cinco minutos son más que 90″.
“Si te digo que no me molesta jugar menos, te engaño, pero soy realista y cuanto antes te des cuenta de las situaciones y antes las aceptes, mejor te irá”
Koke vio llegar a Simeone hace ya casi 13 años y ha sido uno de los grandes maestros de la carpintería táctica del técnico junto a Gabi y Tiago. La temporada pasada asistió a uno de los cambios que más han llamado la atención en la era Simeone, que Oblak participe en la salida de balón jugando en corto. “He tenido la suerte de tener el estilo de los primeros años del Cholo y de ir a a la selección y me he adaptado a ambos. Me gusta que intentemos sacar el balón desde atrás. Siempre que tengamos la pelota significa que estamos atacando, puedes hacer gol y un juego más bonito, que no quiere decir mejor, y más vistoso para la gente. Estamos trabajándolo tanto con Jan [Oblak] o con Juan [Musso], ellos son un jugador más para sacar la pelota”.
No entra a valorar Koke si el cambio fue porque la fórmula ya no daba para más ante el nuevo fútbol que se imponía. “Eso son cosas del entrenador, él y su cuerpo técnico manejan una idea. Lo importante es que exista esa idea, si el míster dice que hay que jugar segunda pelota, a muerte, si hay que sacar el balón desde atrás, a muerte también con él”.
¡Ahora los jugadores son mas atléticos, rápidos e intensos, pero no todo es correr ida y vuelta. Hay que saber posicionarse bien”
Koke sobrevive en medio de ese fútbol en el que las transiciones son muy rápidas cuando se logra romper la presión adelantada del rival. “Ahora los jugadores son mas atléticos, rápidos e intensos, pero no todo es correr ida y vuelta. Hay que saber posicionarse bien, no tengo esa velocidad como otros, pero tácticamente intento colarme bien para que no pasen en las transiciones, que puede pasar y es normal”. En las épocas en las que no ha estado fino con el balón, Koke ha defendido su puesto tapando agujeros ajenos con las coberturas. “Alguna me habré comido, que el míster me las dice, pero pocas”, bromea.
Las irrupciones de Pablo Barrios y de Riquelme sacan su alma de canterano. “Desde Thomas, Lucas y Saúl no ha salido nadie más y ellos ya no están. Es importante que haya gente de la casa que sepa lo que es el Atlético. Me gusta que el día que yo no esté haya gente de la casa que tire del equipo. Barrios ha empezado espectacular y Riquelme tiene un desborde increíble”.
Koke también analiza a los nuevos jugadores contratados a golpe de talonario como hacía tiempo que no se veía en el Atlético. “Le Normand llega de los primeros y se va de los últimos, yo creo que es porque no tiene a nadie en casa (risas). Trabaja mucho y se cuida, necesitábamos un tipo como él, un tipo duro en el buen sentido, como Savic”, dice sobre el central francés. “Gallagher nos transmite toda esa energía de los partidos de la Premier, esa intensidad y agresividad y la ida y vuelta. Sorloth nos da gol, y cuando tenemos problemas para sacar el balón se lo puedes tirar y lo aguanta”. Por úlimo, el gran fichaje, Julián Alvarez, al que identifica con el ADN del Atlético. “Siempre está corriendo, presionando, tiene mucho gol y mucha garra para competir”.