Pretencioso, exagerado, y presuntuoso son tres de media docena de sinónimos del adjetivo ampuloso, según el Diccionario de la Real Academia Española (RAE). Todos ellos pueden ser usados para describir el tono de ciertos discursos pronunciados en el último lustro desde la Federación Ecuatoriana de Fútbol, cuando su dirigencia ha presentado al técnico de turno de la Selección o cuando este se ha marchado (nunca bien).
Menos verbosa se muestra la dirigencia de la FEF a la hora de proporcionar algún mínimo dato de cómo marchan las negociaciones para contratar al nuevo entrenador o de aclarar al 100 % si el español Félix Sánchez Bas dimitió tras la eliminación en la Copa América 2024, si fue despedido o si se le pidió que presente la renuncia. De acuerdo a la lógica de la Federación lo del “equipo de todos” es un lema que únicamente aplica para aspectos comerciales o publicitarios; venta de camisetas, o de boletos.
Sin embargo, muchos de los secretos que celosamente guarda la Ecuafútbol generalmente son revelados a través de alguna filtración hecha a la prensa desde el interior de la misma entidad (por ejemplo, cuando un dirigente desmintió en EL UNIVERSO que Jordi Cruyff se había rebajado el salario durante la paralización de actividades causada por la pandemia del coronavirus, en el 2020).
¿Cómo eligen al DT?
Entre muchas de las cosas que la FEF no comunica está si todavía en alguna ocasión funcionó, o si realmente existe la Comisión de Selecciones (no aparece en el organigrama administrativo colgado en el portal oficial), un organismo cuyos miembros antaño participaban activamente en la evaluación de los candidatos para ser el DT de Ecuador. ¿Se toman decisiones colegiadas sobre el tema citado?, ¿el presidente Francisco Egas es asesorado en cuanto a qué técnico conviene más?, ¿quién lo hace?, ¿qué factores se estudian para realizar la elección?, ¿cómo se argumentó el fichaje del peor adiestrador de la Copa del Mundo del 2022?. Misterios sin resolver. El hermetismo, tipo CIA o KGB, de la información clasificada no se rompe en la Ecuafútbol.
Por ahora, las equivocaciones cometidas al pactar con entrenadores -incluso el intento de hacerlo- superan los aciertos en la actual administración. Como muestra, tres botones: Cruyff, el primero de los designados, no dirigió nunca, pero hubo que pagarle al día (sin sumar los casi $210.000 gastados por la FEF en la rimbombante ceremonia de presentación, otro dato deslizado hacia afuera por los directivos). Gustavo Alfaro, un naufragó para el que algunos incautos exigen el levantamiento de una estatua, se fue a pique en Qatar 2022, frente a las costas de Senegal, al aferrarse a un esquema miedoso, en el compromiso más importante de su era; y al irse, de manera borrascosa, demandó. El tercero, Sánchez Bas, duró apenas quince meses de los cuatro años de permanencia que estipulaba su acuerdo.
Los siguientes son cuatro ejemplos de los enmarañados procesos de contratación de entrenadores, los intentos fallidos de concretarlos, y también las desvinculaciones en la federación que preside Egas desde el 2019 (año en que el quiteño dijo: “Entendimos que lo concerniente a la Selección no es algo que se puede trabajar en silencio”).
1. En diciembre del 2019, Egas anunció que Jürgen Klinsmann sería DT de Ecuador, pero a finales de ese mes hizo aclaraciones. “Klinsmann era la persona que elegimos”, pero “se perdió un poco de tiempo” con el alemán, del que luego se supo que a la par de negociar con la FEF lo hacía con el Hertha Berlín, que lo fichó. “Teníamos muy avanzado el tema, estábamos a horas de que firmara el contrato”, dijo. El germano había puesto como condición no vivir en el país y en sus días libres irse a su residencia en Estados Unidos.
2. En enero del 2020, Egas, con entusiasmo y tono declamatorio, aseguró al presentar a Cruyff -quien solo había dirigido en China e Israel- que el europeo iba a liderar “un proceso que nos va a convertir en una potencia mundial del fútbol”. Cruyff se marchó en marzo del 2020, antes de que por la pandemia del coronavirus se ordenara el confinamiento de la población. Se comprometió a volver a Ecuador el 9 de julio, luego pidió plazo hasta el 16, y finalmente nunca lo hizo. “Recibí un mensaje de él (Cruyff) desde Madrid. Me pidió dos días para pensar bien, porque acá (en Ecuador) es cuestionado”, contó Egas sobre la razón que originó la desvinculación del entrenador, quien nunca dirigió en prácticas o partidos a la Tricolor.
3. Los líos son de entrada o de salida. Luego de repetir que la intención era renovar con Alfaro, tras la eliminación de Qatar 2022, ante la negativa del argentino el tono de Egas cambió. “Después de la fiesta, del Mundial, después de todo lo vivido, la casa quedó vacía, sin nada. No recibimos ninguna herencia”, dijo en marzo, al quejarse del legado laboral de Alfaro. Para el dirigente, no quedó ningún entrenador formado por Alfaro, no formó un staff, ni dejó una estructura de divisiones inferiores, ni una metodología para las selecciones. El técnico le ganó a la FEF una demanda por $ 2 millones, en la FIFA. El reclamo está en apelación.
4. Sánchez Bas, según un enfervorizado Egas, iba a ser “el técnico que lidere un proyecto de largo aliento”, hasta el Mundial 2026. Apenas se extendió por 16 meses, de marzo del 2023 al 4 de julio pasado el ciclo del catalán. Como cuando presentó a Cruyff, el presidente de la FEF hizo una promesa que no se cumplió: “Con este nuevo proceso (en el del catalán, de un solo buen partido jugado), en el que queremos pasar a ser protagonistas a nivel mundial, ¡es hora de dar un gran salto! Queremos cambiar el fútbol ecuatoriano”. (D)