Cada vez están más de moda las salas de ira y Uruguay ya tiene la suya. Se trata de lugares en los que uno puede ir a romper distintos objetos para descargar energía.
Hay días en los que uno está tan enojado que le gustaría romper todo. De eso se tratan las salas de ira. El objetivo es poder destruir objetos de forma controlada y segura con distintos instrumentos.
Uno de los trabajadores de la sala habló con Telenoche y dijo: “Tenemos palos de golf, martillos, uñas, marron que da una variedad en lo que es más pesado o liviano y a su vez el efecto”.
Los objetos son grandes y pequeños como lo son vasos,platos, jarras, celulares, televisiones, impresoras y parlantes.
El periodista Maxi Peña hizo la prueba, pero antes se debió preparar con la ropa indicada. Ya con el traje puesto, pudo empezar a romper cosas.
No es una terapia ni mucho menos, pero es una experiencia distinta para descargar energía.