En lo más alto de las sierras del departamento de Lavalleja se encuentra el primer templo budista de habla hispana. Se llama Chagdud Gonpa Sengue Dzong, que en español se traduce como “La Fortaleza del León”.
En la década del 90’ un grupo de practicantes se reunía en una pequeña casa de retiros ubicada en la zona. Un día recibieron la visita del líder espiritual de ese grupo, y fue esa visita la que cambiaría el curso de la historia del budismo en Uruguay y la región.
Las condiciones naturales y energéticas de este lugar propiciaron que ese maestro experimenta un fenómeno personal que terminó dando origen a la construcción de ese templo.
Pema Gompo, instructor y líder del templo, relató esa anécdota en En la Ruta: “En el medio de la noche nuestro maestro nos despierta y nos dice que acababa de tener una visión, y la visión era que todos los seres lo estaban esperando desde hace mucho tiempo. Cuando él se refería a todos los seres, no era solo a los seres humanos, también a los no humanos, visibles, no visibles, de este universo o de otros universos”.
El primer gran tema para la concreción de la obra no solo era levantar el edificio en sí mismo, sino que había que adquirir una porción de tierra importante que garantizara la privacidad en los alrededores del templo para jornadas de meditación, donde el silencio y la paz son fundamentales. Con ayuda de capitales asiáticos lograron comprar 600 hectáreas.
Construir una edificación en la cima de las sierras es un gran desafío, pero mucho más lo fue levantar un templo que no solo era muy grande en tamaño sino que debía respetar infinidad de requisitos estéticos y de rituales a la hora de ir desarrollando la obra.
Tiene seis niveles, un ascensor que une los pisos, varios dormitorios, cocina, comedor, baños, y el templo mismo.
“El templo fue originalmente diseñado para algo que no estamos haciendo, que era solo para retiros de practicantes de todo el mundo que quisieran hacer los retiros en el templo. Después al ver que no podíamos sustentarlo, decidimos hacer lo que hacen otros templos: nos abrimos a todo el mundo a quienes quieren venir a recibir las enseñanzas”, explicó Pema Gompo.
Desde hace algunos años a pedido de autoridades de la Intendencia y del Ministerio de Turismo el templo abre sus puertas al público en general. Se hace solo una vez por mes y exclusivamente con la coordinación previa a través de la web del templo.
Estas visitas permiten conocer una obra muy importante y además permite conocer algunos conceptos de la filosofía budista.