El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha reforzado la defensa de la enmienda constitucional que impulsa su Gobierno para implementar una profunda reforma al Poder Judicial. Tras el avasallador triunfo de Claudia Sheinbaum, la abanderada del oficialismo, en las elecciones del 2 de junio, que le ha asegurado a la próxima presidenta una mayoría en el Congreso suficiente para aprobar reformas a la Constitución, el peso ha sufrido una creciente depreciación frente al dólar, ante las dudas en el sector financiero de que los contrapesos institucionales funcionen a lo largo del nuevo sexenio. López Obrador, que afronta los últimos meses de su Administración, ha afirmado este martes que la reforma tiene la finalidad de expurgar a los jueces corruptos y garantizar que la judicatura esté al servicio de todos los mexicanos, y no únicamente de minorías influyentes. “Esto da confianza al inversionista”, ha dicho en conferencia de prensa.
El mandatario ha sostenido que el nerviosismo en los mercados es artificial, en el sentido de que se trata de una manipulación de los especuladores financieros a través de los medios, con la intención de frenar la enmienda. Pese a que la moneda ya ha rebasado la barrera de las 18 unidades por dólar, López Obrador ha afirmado que el repunte no ha sido tan drástico, lo que muestra que la economía del país es “muy fuerte”, ha dicho. “[La reforma] es en beneficio de todos, [incluso] de ellos. Es lograr que en el país haya un auténtico Estado de Derecho, que no esté el gobierno al servicio de un grupo, que el gobierno represente a todos los mexicanos, ricos y pobres. Esto da confianza al inversionista, verdadera confianza, no que se tiene un Poder Judicial donde no hay una verdadera competencia porque predominan los monopolios, porque tienen más agarraderas, más influencia en el Poder Judicial; porque se supone que es un poder autónomo e independiente, pero en los hechos no es así, es autónomo e independiente del pueblo, no de potentados, son poderes que están al servicio de minorías”, ha explicado.
López Obrador y Sheinbaum, a quien el primero entregará la banda presidencial el 1 de octubre, acordaron que la enmienda judicial se discuta en foros públicos antes de iniciar su trámite en el Congreso, en septiembre. El presidente ha apremiado este martes a que el debate público dé comienzo cuanto antes porque, ha advertido, “ya están actuando los que no quieren la reforma, están moviéndose como siempre lo hacen”. “Se trata de que haya un verdadero Estado de Derecho”, ha añadido, “que es lo que quieren los inversionistas, no los especuladores; los verdaderos empresarios quieren un Estado de Derecho, los especuladores quieren un Estado de chueco. Ellos son los que no quieren una reforma para limpiar de corrupción el Poder Judicial”.
El titular del Ejecutivo ha mostrado durante la conferencia gráficas para comparar cuál ha sido la situación del peso frente al dólar en los gobiernos de los últimos 40 años, desde el sexenio de Miguel de la Madrid hasta el suyo, pasando por el de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, todos el PRI o el PAN. López Obrador ha referido que, mientras en el gobierno de De la Madrid el peso se devaluó un 4.482%, en su Administración se ha apreciado un 10%. El mandatario ha dicho que la fortaleza de la moneda en su Gobierno se debe a que no cedió a las presiones de los especuladores, que promueven el nerviosismo en los mercados como táctica para dirigir las políticas a su favor. “Entonces, para que no haya nerviosismo en el mercado financiero, ¿voy a ser cómplice de la corrupción del Poder Judicial? ¿Vamos todos a ser cómplices y decir que quede así, no le muevo, porque nos va a afectar en nuestra moneda? [Nosotros] vamos a pasar a la historia como el gobierno que no devaluó su moneda”, ha sostenido.
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