Por su larga estancia en el equipo, uno de los líderes en el camerino de Barcelona SC es Damián Díaz. El Kitu, tres veces campeón con el club, dio detalles de su rol como jefe en el club guayaquileño en diálogo con Legado Podcast.
“Cuando llega alguien a Barcelona, y no porque diga que me las sé todas, pero con verlo sé si le va a ir bien o mal, cómo juegan, cómo se manejan, porque yo lo viví todo y sé qué jugador puede funcionar”, comentó el argentino.
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Sobre su accionar puertas adentro del elenco amarillo, el nacionalizado ecuatoriano afirmó que el compromiso es algo que le apasiona.
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“Yo miro todo, yo disfruto de estudiar al rival, me gusta y creo que saco ventaja. Pero hay compañeros a los que no les importa. A veces veo un partido y quizás va en la quinta fecha, pero veo que era un rival grande que ganando se mete en la pelea por la etapa o agarra confianza, y yo no quiero que gane, me duele hasta la barriga y veo que otros están viendo TikTok”, advirtió Díaz.
“No lo viven como yo; entonces, en ese punto trato de no pensar en lo que piensan, sin olvidar que soy el capitán y ayudarlos a quitarse la presión del mundo Barcelona”, agregó el Kitu sobre la relación con el plantel.
Pese a que es uno de los jugadores más queridos de la plantilla, el Kitu asegura que vive una “relación tóxica” con Barcelona, pues es resistido por una gran parte de la fanaticada.
“(Un penal), si lo pateo y lo hago, dirán: ‘Pero eso era en el anterior’; y si pateo el de acá, dirán: ‘Este hijo de pu… pateó el penal y lo sigue errando’. Si te pones en mente lo que el hincha dirá, generalmente es muy complicado y no podrás salir de ese pozo”, comentó el ‘10′ torero.
“Por eso, trato de no leer, porque la gente está enojada y te van a insultar y te dirán cada cosa que a veces el profesional acepta por la profesión misma que tenemos. Igual, yo he mencionado que esta es una de las camisetas más lindas. Tenemos un buen sueldo, un gran carro, juegas en el equipo más grande del Ecuador y te piden fotos”, aclaró sobre los hinchas y el uso de las redes sociales.
En esa línea, cerró: “No digo que debes aceptarlo, pero uno sabe que recibirá insultos y dices: ‘Bueno, loco, estoy pagando un precio por ser una persona pública…’. La relación mía con Barcelona es como una relación tóxica, pero en el fondo todos saben que he dado lo mejor y estoy tranquilo”. (D)