Diputados declaran benemérito a Arnoldo Herrera, fundador del Conservatorio Castella



Los diputados aprobaron este martes la declaratoria de Arnoldo Herrera González como benemérito de las Artes Patrias. En la votación del acuerdo legislativo participaron 43 legisladores, de los cuales solamente uno votó en contra, el oficialista Manuel Morales Díaz.

El proyecto lo impulsó la liberacionista Kattia Rivera Soto, quien destacó que Herrera fundó y dirigió por más de 40 años el Conservatorio de Castella, semillero de artistas “que han llenado los escenarios del país durante seis décadas”.

En la exposición de motivos del expediente 23.878, se relata que, en el segundo gobierno de José Figueres Ferrer (1953-1958), el entonces ministro de Educación, Uladislao Gámez Solano, encomendó a Herrera liderar el proyecto del conservatorio.

Para ese objetivo, se ejecutó el legado de Carlos Millet de Castella, quien había destinado su fortuna a la creación de un conservatorio artístico, que llevara como nombre el apellido de su madre, Elena.

“Don Arnoldo tuvo la visión, la fortaleza intelectual y la capacidad de trabajo para establecer un modelo educativo único en el país, admirado por personas de todo el mundo. La institución que creó sentó las bases para formar a cientos de artistas que, durante muchos años, han enriquecido la escena cultural costarricense”, dice el texto del expediente.

Herrera fue músico, compositor y educador. Nació en Cartago el 6 de junio de 1923 y falleció el 4 de marzo de 1996. En su instrucción musical, interpretó el piano como instrumento principal.

Recibió el Premio Nacional de Cultura Magón, en 1991, “por su aporte en la construcción de un modelo pedagógico que vincula las ciencias y las artes, llamado Conservatorio Castella” y “por su aporte en la gestión y promoción del canto lírico costarricense, al mismo tiempo que fundó la ópera nacional”.

Herrera fue director de la Orquesta Sinfónica Nacional en 1948, así como educador en la Universidad de Costa Rica, la Escuela Normal de Heredia y el Colegio Seminario.

Ariel Robles, del Frente Amplio (FA), destacó la visión de Herrera del arte como una vía y una alternativa, con el mismo nivel de importancia que cualquier otra materia desde el Estado.

Tanto Robles como su compañero Jonathan Acuña y la liberacionista Kattia Rivera destacaron la concesión de honores para Herrera, en el marco de polémica por la venta del teatro de ese conservatorio que hoy lleva el nombre del benemérito.

“Ese legado de don Arnoldo hoy está en riesgo. Gente de una fundación se ha apropiado de terrenos del Estado para venderlos y negociarlos. Si don Arnoldo estuviera vivo, posiblemente estaría del lado de sus hijos, defendiendo ese teatro de las garras siniestras de intereses politiqueros de un grupo de personas que quieren borrar con el codo lo que don Arnoldo hizo con la mano”, dijo Robles.

Acuña apuntó que la concesión de este honor debe acompañarse de acciones concretas para defender su legado.

Rivera criticó que, para algunas voces, la aprobación de ese benemeritazgo no sea un tema importante, y enfatizó que, en momentos tan violentos, hay una necesidad del Estado por invertir en educación y cultura.

Por su parte, el oficialista Manuel Morales afirmó que, durante su gestión como diputado, él no va a votar a favor de la creación de símbolos nacionales, ni cantones, ni más ciudadanías de honor o benemeritazgos.

“Hay una urgencia y demanda de los costarricenses por temas de seguridad y reactivación económica. Eso es lo que deberíamos estar discutiendo y votando”, alegó.

Adicionalmente, 46 diputados aprobaron otorgar la ciudadanía de honor a los misioneros evangélicos Enrique y Susana Strachan, de origen canadiense e irlandés, quienes llegaron a Costa Rica en 1921, donde fundaron la Misión Latinoamericana, Faro del Caribe, la Clínica Bíblica, el Seminario Bíblico Latinoamericano y la Asociación Roblealto.

La ciudadanía de honor es el máximo honor que la Constitución Política autoriza conceder a personas de origen extranjero que hayan prestado servicios notables a la República de Costa Rica.

El informe aprobado por la Comisión de Honores del Congreso dice que la labor de los esposos Strachan dejó una huella social que aún tiene relevancia en nuestros días, tanto en la conformación y consolidación de instituciones sanitarias de gran prestigio, como en la atención de las personas en su integralidad, basándose en los principios cristianos.

Esta propuesta de ciudadanía de honor fue impulsada por Dinorah Barquero, del PLN, y también votó contra ella el oficialista Manuel Morales.

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