Cumbre de la hipocresía en Costa Rica


Emmanuel Macron se mostró muy entusiasta cuando hace dos años presentó la candidatura de Francia y Costa Rica para la cumbre de los océanos en el 2025, y también en marzo del 2023, durante la reunión con el mandatario Rodrigo Chaves en el Elíseo, donde agendó la visita a nuestro país el 7 y 8 de junio.

Pero Macron no aparece entre los asistentes esta semana a la actividad de “alto nivel” en el Centro de Convenciones, denominada Inmersos en el Cambio. Tal vez, al presidente, sus muchos problemas allá le impiden venir aquí, o por los muchos problemas aquí, prefiere quedarse allá y conversar con Joe Biden el 8 de junio en París. Vista de este modo, la cumbre previa en Costa Rica, el viernes y sábado, ya no será tan VIP.

Como informó La Nación el 2 de junio, solo siete ministros de Ambiente asistirán a la actividad y siete de Relaciones Exteriores de otras naciones; el resto son viceministros, secretarios y subsecretarios vinculados a la protección de los océanos.

En realidad, desde la foto del 2023, Costa Rica ha perdido terreno como protectora de su biodiversidad. La reanudación de la pesca de arrastre y otros hechos discordantes tienen muy preocupados a los conservacionistas.

Las faenas autorizadas por el Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca) están detenidas gracias a medidas cautelares solicitadas por MarViva, y por eso, la ONG es objeto de represalias. Por ejemplo, fue excluida de un proyecto de conservación costeado por donantes internacionales, entre estos, dos ministerios del gobierno alemán, y le rechazaron las propuestas elaboradas para presentarlas en los principales eventos de esta semana.

MarViva solo irá a las actividades paralelas, entre estas, un desayuno con el representante de Francia. Es decir, solo aquellas fuera del alcance del gobierno (en el mar, se diría “tentáculos”).

Además, el Incopesca había aumentado de 34 a 234 la lista de flora y fauna de interés pesquero; animales silvestres como iguanas, tortugas, corales y hasta esponjas marinas estuvieron escondiéndose de los pescadores y otros explotadores de especies marinas y terrestres, pero la oposición logró salvarlas por un tiempo. El Incopesca estudia una nueva propuesta para incrementar la lista. Espérela pronto.

El mar no es el único cuya protección sufre menoscabo. Recientemente, el presidente Chaves afirmó su determinación de definir “el balance correcto” en el reino animal, donde hasta “los monitos” podrían ser extraditados si no forman parte del “balance de la sostenibilidad”.

Es posible que Macron se haya dado cuenta de que cruzar el Atlántico, estando el mar tan picado por aquí, sea inconveniente, y le depare mejores resultados el Mediterráneo, donde debe ocuparse de peces más gordos.

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La autora es editora de Opinión de La Nación.

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