Tras años de irregularidad el asentamiento San Miguel logró el sueño de tener energía eléctrica


31 de mayo de 2024 – 21:44

Miles de uruguayos viven enganchados a la luz; por más que sea un hurto de energía eléctrica, detrás de esto está la necesidad, precariedad y los riesgos que enfrentan quienes lo hacen.

Telenoche hizo un informe especial y el periodista Roberto Hernández llegó al asentamiento San Miguel, ubicado en el barrio Santa Catalina, en la zona oeste de Montevideo, donde las familias están a punto de regularizar el servicio de energía eléctrica.

Miguel González es el primer habitante que llegó al asentamiento y por eso este lleva su nombre. Según contó a Telenoche, con el paso del tiempo “el barrio se empezó a formar por unas 200 familias y con el tiempo empezaron a venir extranjeros de todas partes del mundo”.

Al igual que otros asentamientos de la capital, sus habitantes no cuentan con servicios públicos y acceden al agua y a la luz de forma irregular.

Hay decenas de historias de extranjeros en el asentamiento San Miguel. Algunos nunca tenían pensado estar ahí, como una familia paraguaya que, según denuncia, fue estafada cuando llegó al país.

Uruguayos y extranjeros conviven en un sitio de calles de barro, que se vuelven intransitables los días de lluvia. Por las noches la obscuridad reina-hasta hoy los humildes hogares logran la luz y electricidad en algunos enchufes porque están enganchados.

El peligro por las conexiones eléctricas precarias está afuera y también dentro de las casas.

Los vecinos solidarios del asentamiento levantaron hace dos años un merendero para brindar alimentos, entretenimiento, contención y apoyo escolar a cientos de niños. Allí se está esperando con ansias la llegada de las conexiones regulares de electricidad.

Este proceso de regularidad eléctrica que se comenzó a aplicar en San Miguel es parte del programa de UTE de inclusión social y como objetivo principal es terminar con el hurto de energía de miles de viviendas y traer seguridad a sus clientes que ya no tendrán que realizar conexiones precarias.

Por otro lado, Telenoche fue al asentamiento Nuevo Ipusa que recientemente tuvo el mismo beneficio y hoy disfruta de la electricidad. Allí viven 105 familias con más de 300 niños.

Estas familias hasta hace poco vivían los problemas de las conexiones eléctricas precarias, con todo lo que ello conlleva.

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