One Way Technologies S. A., encargada por la Junta de Protección Social (JPS) de desarrollar el nuevo sitio de lotería y chances en línea, lanzado el domingo 19 de mayo, no se vio obligada a competir por el negocio que en los últimos tres meses le generó órdenes de compra por ¢649,5 millones, según consta en el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop).
La empresa ya tenía un contrato con la JPS, pero sin relación alguna con el desarrollo citado. Era un acuerdo de suministro de “horas de ingeniería para la gestión de tecnologías de información”, según demanda, con un presupuesto de ¢150 millones al año, es decir, un 333 % menos que la suma pagada en tres meses por el desarrollo del sitio. El modesto contrato inicial se amplió hasta abarcar cuanto hizo falta, y la licitación ya no fue necesaria. La erogación de la JPS también supera el costo previsto del portal, según las actas de la Junta Directiva del 18 y 25 de enero del 2024: ¢356,4 millones.
One Way Technologies S. A. es una empresa privada independiente. No obstante, la Junta Directiva de la JPS decidió desarrollar el sitio “con recursos internos” seis meses después de declarada infructuosa una licitación para contratar el servicio y a escasos cuatro meses de expirar el contrato anterior. La JPS simplemente no cuenta con el personal necesario para desarrollar el sitio y siempre lo supo.
La empresa no tiene experiencia en loterías y nadie se la exigió. La licitación declarada infructuosa, como es de esperar de la mínima diligencia aplicada a contrataciones públicas de esta cuantía, la contemplaba entre los requisitos. La exigencia es particularmente relevante tratándose de un negocio tan especializado.
One Way Technologies S. A. tampoco se vio en la necesidad de presentar nuevas garantías bancarias en el caso de un eventual incumplimiento, como lo demandaba la licitación infructuosa. La garantía de cumplimiento vinculada con el contrato original de servicios de tecnología de la información apenas llega a ¢4,5 millones, según datos del Sicop. En contraste, la garantía exigida por el pliego de la licitación era de ¢161 millones, equivalentes al 10 % de las ganancias previstas sobre las ventas del primer año, lo cual sirve para estimar el negocio en por lo menos ¢1.610 millones.
El contrato de One Way Technologies S. A. fue prorrogado por un año el 25 de enero, siete días después de aprobado el desarrollo del nuevo sitio web. Para tomar la decisión, los directivos tuvieron a la vista un documento donde el Departamento de Tecnologías de la Información calificaba con nota 100 el desempeño de la empresa hasta esa fecha. No obstante, el 29 de enero, Marco Antonio Bustamante Ugalde, jefe de Planificación Institucional, cuestionó la calificación argumentando incumplimiento de los tiempos de entrega de los trabajos encomendados.
La ampliación del contrato se hizo sin estudios técnicos y financieros que acreditaran la conveniencia para los intereses de la JPS. El único requisito fue tener el nuevo sitio listo a más tardar el 18 de mayo, fecha de vencimiento del contrato anterior. Lo lograron, pero nadie puede hacer compras en línea si carece de firma digital.
La enumeración de hechos despierta curiosidad, pero Esmeralda Britton, presidenta ejecutiva de la JPS, dijo estar demasiado ocupada para responder preguntas. Remitió a la oficina de prensa, pero la dependencia no indicó un vocero para despejar las dudas. El presidente de One Way Technologies S. A. pidió el envío de las preguntas por correo y, cuando las recibió, prometió revisar el expediente para atender mejor las consultas, pero pasaron cinco días sin una respuesta. La curiosidad crece, sobre todo tratándose de una institución tan importante.