Pulga, Celeste, María y Alberto fueron los cuatro aspirantes de MasterChef a los que les colocaron el delantal negro. De esta forma, tuvieron que enfrentarse entre ellos en uno de los retos de eliminación más conocidos: los duelos.
“Es una de las pruebas más exigentes“, aseguró Jordi Cruz. Y más aún cuando debían replicar postres del chef Jordi Roca. “No quisiera estar en su lugar”, señalaba Josie, que fue el invitado del jurado durante la prueba.
La prueba comenzó con mal pie y dramatismo desde el principio. Alberto y Pulga no consiguieron terminar el postre del primer duelo. “Por primera vez en la historia, no habéis conseguido finalizar la elaboración, así que ninguno os salváis”, anunció Cruz.
En el segundo duelo, al que se sumó Celeste, fue Pulga quien acabó derrotado. Tras ello, se enfrentó a María. “Pulga ha tenido tres oportunidades, mientras que es la única de María”, puntualizó Pepe Rodríguez.
Sin embargo, tres oportunidades no fueron suficientes para Pulga, que acabó siendo el aspirante expulsado de la noche. El hombre se derrumbó incluso antes de conocer el veredicto. Se agachó para llorar sin ser visto, pero las cámaras le pillaron.
“Tienes mucho mérito, lo has peleado”, le felicitó Pepe. “Hay un esfuerzo enorme”, le animaba, por su parte, Samantha Vallejo-Nágera. “He disfrutado del reto y de cada día desde que entré“, se despidió Pulga.